Fue el (primer) disco de madurez de George Michael. Llegaba cuatro años después del terremoto que supuso “Faith” en los ’80: un disco de pop vitalista y lascivo -lejos en el tiempo quedaba todavía su posterior salida del armario- que dejaba atrás la época de teen idol de Wham y lo encumbraba como uno de los grandes nombres de la década, convirtiéndolo en ídolo de masas y figura de estadios -cerraba la gira mundial en Sarrià, el entonces estadio del RCD Espanyol. Y si bien “Faith” ya contenía algún baladón con tímidos guiños jazzísticos como “Kissing a Fool”, el brillo del pop comercial y radiable bañaba todo ello. Por ello el giro radical que dio “Listen Without Prejudice, vol. 1” resultó tan sorpresivo e inesperado en su momento. Su primer single, la acústica y socialmente comprometida “Praying for Time”, ya era toda una declaración de intenciones. Y el resto del disco no se quedaba atrás. La excepción era “Freedom ’90”, el único momento bailable y genuinamente pop de todo el minutaje, cuyo vídeo, con algunas de las modelos más importantes del momento, marcó tendencia.
Pero lo que más predominaba eran lo jugueteos con la bossa nova, el gospel y el jazz, que desconcertaron a su enorme fandom de los ochenta. Por entonces, el rumor era que existía una segunda parte, el supuesto “Vol. 2” que cerraba el sentido del título, que ejercería de contrapeso energético y cadencioso a la introspección y batalla social del disco editado. Nada de eso sucedió, y el cantante acabó de cerrar las posibles puertas a la reconciliación con su pasado negándose a realizar la habitual promoción del disco; también rechazó aparecer en ninguno de los videos, ni llevó al directo sus canciones, al menos de forma convencional.
Con el tiempo, podemos re-apreciar “Listen Without Prejudice, vol. 1” como una más que digna continuación de “Faith”. Su contrapeso ideal; donde en uno hay vitalidad, el otro rebosa de espiritualidad. Todo lo que tiene el primero de canalla y sensual, lo tiene el segundo de reivindicativo y reflexivo. El pop jovial de uno se transforma en soul blanco del otro. Más allá de “Praying for Time” y “Freedom ’90”, también temas como “Heal the Pain”, “They Won’t Go When I Go” o “Cowboys and Angels” han acabado envejeciendo mucho mejor que algunas de las canciones que tan arriba le habían aupado unos años antes.
La edición que llega ahora prescinde curiosamente de la portada original en beneficio de un primer plano del cantante, y añade el directo inédito hasta ahora “MTV Unplugged” grabado en Octubre de 1996, parte ya del ciclo de “Older” su tercer disco en solitario que había sido editado pocos meses antes, y que profundizaba todavía más en el camino iniciado en “Listen Without Prejudice, vol. 1”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.