Sin duda conocedores de que los quince minutos de fama que la actual situación del mercado concede a los grupos de éxito, los chicos de Linkin Park (o en todo caso los ejecutivos de su discográfica) han creído oportuno engordar su catálogo con un disco (+ DVD) en directo que, como todos los live publicados en los últimos años, poco aporta a lo ya conocido en directo. No me gustaría convertir esta reseña en una reivindicación a favor de esos discos en directo en los que uno encuentra sorpresas, en los que las interpretaciones pueden distar un buen trecho de lo ofrecido en estudio.
Sé que resulta sencillo menospreciar a un grupo de las características de Linkin Park, pero sepan que mis comentarios tienen mucho más que ver con poner en tela de juicio el concepto de este álbum que con desprestigiar a una formación que no esconde para nada qué son, qué pretenden y hacia dónde se dirigen. Sin ir más lejos y como dije no hace demasiado, los desiguales conciertos que The Mars Volta protagonizaron en nuestro país sí justifican sobradamente -gustasen o no- la publicación de un disco en directo, pero no lo que aquí expuesto.
Lo que también les digo es que si son ustedes seguidores del grupo no quedarán decepcionados, aunque algunas voces se queden a medias o los scratches suenen a pregrabados, porque un directo como éste es precisamente lo que puede esperarse de un grupo que se mantiene dentro de las directrices del mercadeo más extremo.
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