Tras firmar la mejor maqueta del pasado año para la edición aragonesa de esta publicación y sorprender a todos con un incendiario directo, los zaragozanos Limnopolar publican ahora su debut oficial, firmando una obra compleja que confirma lo inquietante de su talento. Una agresividad palpable en un álbum ambicioso de inhabitual solidez y asombrosa profesionalidad para un grupo novel. Los densos pasajes instrumentales que envuelven sin fisuras la interpretación del vocalista Alejandro Ortega derivan en una efectiva y contundente sacudida de post-rock en castellano. Influencias palpables de Mogwai o Explosions In The Sky además de ecos a los Depeche Mode más oscuros o Cocteau Twins, que protagonizan una colección de cinco cortes extensos, dotados con infinidad de capas y fragmentos, en un resultado no apto para todos los públicos tras sortear violentamente la inmediata satisfacción del oyente. La ambición y claridad de ideas del grupo ha concluido con la elaboración de un disco conceptual que tiene además continuidad en el cuidadísimo trabajo artístico que lo acompaña.
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