Forever
DiscosLilly Hiatt

Forever

7 / 10
Don Disturbios — 12-03-2025
Empresa — New West records
Género — Rock

Con discos como “Walking Proof” (20) a Lilly Hiatt la habíamos vinculado -y con motivo- con artistas de la escena country rock actual de Estados Unidos. Sin embargo, todo parece indicar que su música va a tomar otros derroteros a partir de ahora, o al menos eso es lo que se desprende al escuchar este nuevo álbum titulado “Forever”. Un disco que, para entendernos, se encuentra más próximo a los patrones indie-rock de artistas como Courtney Barnett o Mazzy Star que de sonoridades más clásicas asociadas a Margo Price o Sarah Jarosz. Solo hay que escuchar el aguerrido tema que da nombre el álbum para darse cuenta de ello.

Y es que, tras la escucha de estas nueve nuevas canciones, certifica uno que a Lilly Hiatt no le ha sentado nada mal este cambio de rumbo. “Forever” es un disco sólido, con algún que otro momento incluso brillante. Solo hay que dejarse llevar por la inmediatez 4*4 de un tema como la eficaz “Shouldn’t Be” para percatarse del correoso nuevo devenir de su música. Un cambio de rumbo que no resulta radical, pero sí significativo y del que, en buena medida, ha sido responsable su actual esposo, el músico de Nashville Coley Hinson con el que Lilly se casó en 2022 y que se ha encargado también de la grabación y de la mayor parte de la instrumentación del disco. Juntos han forjado un nuevo tándem que ha ampliado la paleta de influencias de la cantante, que ahora nombra a bandas como Lush en sus entrevistas o incuso menciona a The Sundays en “Thoughts”, tema con el que cierra el álbum y en el que cuenta con la participación de su padre, el imprescindible John Hiatt.

Cabe defender, por tanto, a todos los artistas que se muestran inquietos y buscan romper las reglas de estilo auto-impuestas en su música. Por eso celebro esta nueva entrega de una Lilly Hiatt que siempre se ha mantenido relegada a una tercera trinchera de su escena. Lástima que a “Forever” le falten dos o tres temas más en la linea de, por ejemplo, “Hidden Day”, la más oscura “Kwik-E-Mart” o la ya mencionada “Shouldn’t Be” para acabar de redondear la jugada. Porque ahora mismo el disco acaba por dar una sensación final de haberse quedado a las puertas de ese gran salto que le animo a intentar con mayor seguridad en el futuro. Nunca es tarde si la dicha roquera es buena. Pero habrá que seguir trabajando por la nueva senda trazada, incluso ahondándola con sonoridades que demuestren una mayor personalidad y carácter.

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