Tiene “Like Water For Chocolate” el cuerpo y la esencia de aquellos discos que el destino y la historia seleccionan como patrimonio exclusivo, como puntos cardinales de su cronología. Discos que se saben grandes y que, por supuesto, nosotros sabemos grandes a los pocos minutos de andadura conjunta. Porque “Like Water For Chocolate”, cuarto disco del rapper de Chicago Common, tiene las constantes, el pulso, la mirada de lección maestra, de cátedra irreprochable, sencillamente indiscutible. Parece valiente, pero en ningún caso descabellado, afirmar que estamos ante uno de los paseos más veraces, emocionantes y afortunados que se hacen a través de la música negra de los últimos veinte años. No sería justo (ni cierto), pues, reducir el desbordante contenido de este disco a los esquemas del hip hop. Sí, “Like Water For Chocolate” parte del hip hop de siempre, casi puro (Premier firmando otro arañazo letal; Mos Def abriendo puertas; The Roots, siempre en tierra de nadie y de todos; Slum Village, cumpliendo promesas...), pero la línea de meta es otra historia (¿soul?¿funk?¿blues?).
El resultado es indescifrable, imposible de categorizar porque así nos han enseñado a amar y entender la música los artistas negros. Porque su grandeza, la de este inmenso disco, y la de las grandes obras afroamericanas, en definitiva, sigue huérfana de límites y ataduras.
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