Con cuatro canciones que suman una hora y diez minutos en total, Greg Anderson y Stephen O’Malley publican el primero de los dos álbumes que, según sus previsiones, han de aparecer bajo su nombre durante este 2019. Sin la oscuridad asfixiante de “Black One” (05) o la espectacularidad de “Monoliths & Dimensions” (09), su nueva entrega consigue paliar la decepción momentánea que representó “Kannon” (15) con un nuevo material en el que Steve Albini consigue realzar el sonido de la banda sin sacrificar la esencia de aquello que les ha convertido en la banda más reconocida de la escena drone. Su sobresaliente labor puede percibirse, sobre todo, en la pieza “Between Sleipnir's Breaths”, con una ambientación inicial en la que es difícil no acordarse del “Odens Ride Over Nordland” de Bathory. Entre espectral y angelical, la voz de la islandesa Hildur Guðnadóttir (Múm) coexiste con la impenetrable muralla de graves creados O’Malley y Anderson en la que, quizás, sea la mejor pieza del álbum. Los veinticinco minutos de “Novae”, en la que nuevamente colabora Hildur tocando el cello, representan un cierre apabullante para una obra en la que, pese a flaquear en algunos tramos (principalmente en “Aurora”), consigue devolvernos la mejor versión del dúo.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.