Libertad
DiscosVelvet Revolver

Libertad

7 / 10
Redacción — 12-09-2007
Género — Rock
Fotografía — Archivo

Duff McKagan afirma que “este disco va a lugares a los que el primero no llegó” y si tenemos en cuenta que el anterior tampoco tenía muchos “lugares” a los que ir, puede que tenga razón. Desde luego lo que sí se nota es un mayor esfuerzo por escapar a las comparaciones a las que está sometido todo supergrupo y, aunque la voz de Scott Weiland haga difícil olvidar a Stone Temple Pilots, musicalmente parece que haya texturas algo (poco) diferenciadas del anterior.

Por otro lado, en lo que sí ha ganado varios enteros el disco es en que, por momentos, Velvet Revolver se muestran más inspirados que en su anterior obra y que el mega-productor Brendan O’Brien les ha dado una unidad y un sonido francamente intachable, libre de toda mácula. Si a eso le añadimos una versión de la E.L.O., que tampoco escapa mucho del tempo de la original, algún medio tiempo y unas letras marcadas por las drogas (según Weiland la muerte por sobredosis de su hermano marcó la lírica de algunos de los temas) estamos ante el disco de big rock más inofensivo del año.

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