Desde su aparición coincidiendo con el cambio de siglo, Liars resultó ser uno de esos grupos llamativamente hipnóticos que, en base a (o a pesar de) lo extraño y oscuro de su propuesta, sumaron una buena legión de fieles. Un logro que el combo neoyorquino ha concretado incidiendo en ese universo propio a medio camino entre industrial, indie-rock, post-punk y ruidismo, con (ante todo) clara predilección por la experimentación sonora. Una mixtura que, manejada por Angus Andrew –alma mater del proyecto y único miembro constante de la formación–, ha cincelado esa fuerte personalidad esgrimida en cada una de sus entregas, y que ahora se extiende también hasta copar "The Apple Drop".
Un catálogo (siempre al amparo del mítico sello Mute) que incluye títulos tan jugosos como "They Threw Us All In A Trench And Stuck A Monument On Top" (Mute, 01), el magnífico "Liars" (Mute, 07), "Sisterworld" (Mute, 10) o "Mess" (Mute, 14), en un listado al que cabe añadir este "The Apple Drop" (Mute, 21) que ya es décimo disco en el casillero de los de Brooklyn. El resultado bien podría ser una de las obras más accesibles en la trayectoria del grupo, sin perder con ello un ápice de su esencia: esa asfixiante y ampliamente efectiva cuando se trata de crear pasajes de cierta claustrofobia. Sin embargo, buena parte de las once canciones con conforman el lanzamiento oxigenan levemente sus texturas, sin perder consistencia pero cediendo protagonismo a esa melodía latente entre la penumbra.
En cualquier caso, la referencia se abre con la solemnidad casi religiosa (y no demasiado lejana a Depeche Mode) de “The Start”, dando paso a la reflexiva “Slow And Turn Inward” y las turbadoras “Sekwar” y “Big Appetite”. Por su parte, “From What The Never Was” cambia de tercio y se acerca con tino al pop atmosférico, mientras que “Acid Crop” es un ramalazo psicodélico, “Star Search” nos conduce directamente al infierno en la línea de los últimos Low, y “Leisure War” es sensual y apta para todos los públicos. El tramo final del disco incluye un par de destacadas como son “King Of The Crooks” y “New Planet New Undoings”, que bien podrían haber sido firmadas por, sorpresa, los The Good, The Bad & The Queen de Damon Albarn y compañía.
Tres años después de la anterior entrega de Liars, "Titles With The Word Fountain" (Mute, 18), llega esta nueva osadía por parte de Andrew y compañía, que salen airosos con otro disco notable que certifica tanta inquietud como convicción."The Apple Drop" es la prueba de que la formación puede salir de su zona de confort y apuntar en diferentes direcciones sin errar el tiro. Y, aunque su sonido siga siendo reconocible y proceda colocar el asunto junto a A Place To Bury Strangers, Suuns, Fuck Buttons, Holy Fuck o Deerhoof, Liars han demostrado ser poseedores de una valiosa versatilidad que les da ventaja.
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