Liar Ballads

El alma tiembla cuando interiorizas la crudeza de estas tres composiciones, historias de un hombre enfrentado a sus ángeles y demonios, en constante análisis de la condición humana y su espiritualidad. ¿Búsqueda interior? ¿Una huida? ¿La añoranza o la esperanza? El cruce de caminos entre The Wizards, The Knives y un espíritu liberado de una prisión carnal. Contrastes. Quien haya visto o escuchado en alguna ocasión a Ian Mason en cualquiera de sus actuales formaciones se puede llevar una sorpresa mayúscula al comprobar esta faceta con carácter temperamental dando rienda suelta a su ingenio y pasando de la rotundidad a la sobriedad, de la rebeldía al reposo, de la fortaleza al misticismo.

Misterios reflejados desde el minuto uno en “Drunk Upon Ouroboros”, una epopeya melancólica que muestra, al igual que “Funeral Pyre” y “Palm Sunday”, las inquietudes musicales y trascendentales de un tipo en constante creación alcanzando cotas de vértigo y completando unos minutos donde la fragilidad atrae de tal manera que debes volver al comienzo, caer rendido ante los sollozos de una voz desgarradora, una guitarra vital y volver a reflexionar cautivado por el brillo de la oscuridad de “Liar Ballads”, ópera prima de un hombre que olvida por un momento los espasmódicos movimientos por la solemnidad, manteniendo el magnetismo que desprende aunque por esta vez sus compañeros de viaje sean una guitarra sorprendente que parece la extensión de su brazo y un atril con canciones, simplemente canciones. Sedantes, punzantes. Historias desnudas, historias medidas. Meditadas.