Leslie Feist demuestra en su segundo álbum ser un culo de mal asiento, y afortunadamente para bien. La canadiense, voz de Broken Social Scene y responsable del oxigenante plus de sensibilidad femenina que tan bien les ha sentado a Kings Of Convenience a la hora de dar forma a su notable “Riot On An Empty Street”, se descuelga ahora con una colección de temas compuestos el pasado año en París, en la que transita con garbo y gracilidad por un buen puñado de registros sin perder por ello un ápice de estabilidad.
Se permite el lujo de recrear atmósferas jazzies con ciertos efluvios de bossa que remiten a los primeros ochenta (“Gatekeeper” o “Mushaboom” conducen sin remisión a los tiempos de Weekend o los primeros Everything But The Girl), con algún que otro momento de meridiana viabilidad comercial (“One Evening”). Más tarde evoca los fantasmas turbios de PJ Harvey (si no es eso lo que hace en “When I Was A Young Girl”…), versionea a Ron Sexsmith (“Secret Heart”) y Bee Gees (“Inside And Out”), juguetea en francés con los ambientes de music hall (“Tout Doucement”) y echa casi el cierre con otra versión de un tema de los años cincuenta de Blossom Dearie (baladón en la onda del Henry Mancini de “Desayuno con Diamantes” ). Y lo mejor de todo es que sale indemne y airosa del envite. Una delicia.
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