L’estiu

El menos es más sólo funciona, o sólo debería funcionar, cuando el talento se presupone. Y era lógico presuponer que a un tipo con el bagaje del valenciano Óscar Briz, curtido en los últimos veinte años en proyectos como Banderas de Mayo, Beat Dealers, The Whitlams y últimamente perfilándose como una de las más sugerentes voces de la cantautoría rock en catalán, una apuesta tan decididamente desnuda como esta no sólo no debiera entenderse como un receso acústico para mudar de piel por capricho, sino como uno de los mejores álbumes de toda su carrera. Porque “L’estiu”, título tan conciso como ajustado, es una deliciosa ambrosía sonora en la que, por encima de todo, priman las tonalidades acústicas menos obvias, la susurrante voz de Briz en primer plano, una lírica evocadora y esa serena calidez que sólo los trabajos paridos al son de la calma chicha veraniega puede alcanzar. Y porque cuesta recordar a alguien que, desde aquí, haya logrado evocar con tanto acierto en un mismo disco a John Martyn, Nick Drake, Elliott Smith y demás primeros espadas de la hipersensibilidad desenchufada. Hasta el melifluo James Taylor queda explícitamente homenajeado en “JT”, una de las cimas de un álbum en el que “Llavor voladora” o “Angelet Innocent”, dos debilidades particulares, podrían también antojarse entre lo más granado. Un trabajo de folk pop artesanal, delicado y alumbrado por la llama de una inspiración innegablemente mediterránea.