Desde Logroño, ciudad de origen de bandas ya fundamentales de eso que se ha venido en llamar indie de autor, como Espanto, Violeta Vil o Sagrado Corazón de Jesús, nos llega el primer EP de Las Personas: “Canciones para estrictos diletantes”, trabajo seminal aunque maduro que incluye una decena de temas distribuidos en dos volúmenes (I, II), a pesar de que el grupo anuncia próxima tercera entrega antes del salto al LP.
Las canciones de Las Personas derrochan ironía y humor en grandes dosis, recuerdos escolares desvaríos insomnes, épica cotidiana variada, amor, desamor y una pizca de melancolía. ¿Etiquetar a esta banda con un estilo? Asunto complicado. Su música es heterogénea, tanto como las propias influencias de los miembros de esta formación que se adapta a trío, cuarteto y hasta septeto en función de las circunstancias. En la alineación titular de Las Personas encontramos a Gonzalo Zubilllaga al piano, acordeón y coros; Miguel Ángel Barrio al violín; Javier Baldalejos al bajo y contrabajo; Beatriz Álvarez Oliván al ukelele, teclado y coros; Gabriel Kádex al saxo tenor y soprano; y Álvaro Sánchez a la voz, guitarra y piano. Y para su diletante estreno el sexteto ha contado con ínclitos colaboradores de la talla de Verónica Eguaras, de Almanaque Zaragozano; César Sánchez, capo de la editorial de narrativa gráfica Fulgencio Pimentel; Yanara Espinoza, alma máter de Papaya; Freddy, del grupo riojano Funny Roman Numbers; Paulino Lorenzo, poeta, músico y productor; así como Beatriz Álvarez “Pistacho” y Sandra Belmonte en labores de diseño gráfico.
Este primer EP se ha grabado entre Logroño y El Rasillo por David Garrido; la producción ha corrido a cargo de Contactados Factoría Musical (Brendan Croskerry, Dinio…); y ha sido masterizado por Pedro Viñuela en Estudios Nexo de Madrid. Coqueteando con el jazz, el blues, el rock y hasta el clasicismo, el sonido de Las Personas encuentra en el pop un punto de encuentro donde se congregan Golpes Bajos, Vainica Doble, Carlos Berlanga, Le Mans, Esclarecidos o La Mode. Y donde también se citan Serge Gainsbourg, Antón Chéjov y hasta Boris Vian. En sus canciones brillan especialmente los acordes del teclado, saxo y violín como contrapunto elegante a la teatralidad vocal de Álvaro Sánchez, cantante limitado aunque brillante letrista —en sus composiciones brota su pasado de periodista que levanta afilado acta de la realidad— y dueño de una mente inquieta poblada por universos melodramáticos que desparrama en aventuras paralelas como Chalet Rosa.
El primer volumen de “Canciones para estrictos diletantes” arranca y se cierra con una “nana instrumental” para piano y violín de Matt Bianco en versiones de Paulino Lorenzo y César Sánchez; continúa con el melodrama de "No te vayas", inspirada en el “Lover, lover, lover” de Leonard Cohen; "El chico más tonto de la clase", historia “casi real” sobre bullying y remordimientos; “Canción de amor”, pura mala baba —“fuiste la víbora más mala del mundo. Al puto José Stalin dejaste segundo”—; “Ya no tengo miedo”, marcada por el teclado trepidante y un Sánchez más Coppini que nunca. El segundo volumen se abre con “Grandes caballeros”, canto al desamor hedonista y desesperado que contará próximamente con videoclip dirigido por Emilio Rebollo —realizador de las imágenes de "Mi fábrica de baile" de Joe Crepúsculo—; para seguir con “Estoy enamorado de la chica del telediario”, ironía de lo cotidiano a ritmo tropicalista con dedicatoria a la presentadora de Canal 24 horas de TVE Ana Ibáñez —“me conformo con mirarte mientras ceno unos espaguetis recalentados”—; “La fuerza de la gravedad” —“que incita a los cuerpos a atraerse aunque no quieran”—; y finaliza con “Tres meses sin follar”, homenaje irónico a Carlos Berlanga sobre la inactividad sexual en periodo vacacional.
Como cualquier banda con alma de rock n’ roll, Las Personas mejoran en la distancia corta del directo, donde tiran de irreverencia, tablas, diversión y cercanía. Y aunque su trayectoria es breve —se fundan en 2013—, han tenido tiempo de compartir escenario con Antonio Arias, Soleá Morente, Lorena Álvarez, Germán Carrascosa, Aviador Dro o Un pingüino en mi Ascensor en ciudades como Madrid, Barcelona, Pamplona o Santander.
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