Sin Dolor

Cuando el sol empieza a calentar y nuestras caderas siguen necesitando de ese bailoteo que tanto echamos de menos, Las Penas llegan para hacer que nos levantemos del sofá y movamos el culo a la antigua usanza. Las Penas es una banda garajera donostiarra formada por Saioa a la batería, Pedro al bajo, Adri y Mikel a las guitarras y María a los teclados y como voz principal. Estarán presentando su nuevo trabajo, "Sin dolor", el próximo sábado 12 de junio en su casa, en la sala Dabadaba, dentro del festival Dock of The Bay.

"Sin dolor" es una recuperación y homenaje de antiguos sonidos proto-hippies británicos y de la costa oeste norteamericana, pues lo tiene todo: bases rítmicas al más puro estilo r&b sesentero, guitarras explosivas y delicadas byrdianas a partes iguales y voces abrazadas por unos coros que, en conjunto, crean esa aura cavernosa y a la vez brillante en cada uno de los once cortes del disco. El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado por Ander X. Tejadas en los TES Studios y editado por Expediciones Polares.

El álbum abre con el resentimiento latente de “Dime” y continúa con el rechazo absoluto al otro de “Mi amor”. La cuasi punk “Intramuros” sorprende por la agitación de sus frases cortas y el apoteósico frenesí final con la sentencia al unísono de «los intramuros te ofuscan y no». “Le ruisseau” sería algo así como un Jacques Dutronc que se pierde dentro de un largo fade out. Después, el largo avanza entre pantalones vaqueros, botas de cuero y con las castañuelas de “Al caminar” de la que seguro Johnny Winter se sorprendería. La primera cara la cierra “She’s gone”, primer single que publicaron Las Penas el primer agosto postpandemia.

La cara B comienza con otro registro de tintes folk con “Hacer rabiar”; líricamente también hay una diferencia marcada, pues entramos en terreno más pacificante. “Hacer rabiar” es también parte de un videoclip elaborado de la mano de Imanol Costas que está disponible en redes. A partir de aquí el álbum avanza con el juguetón y francés “Les filles” y con “Pelo marrón”, que nos deja perplejos sobre ese tío tan capullo del que habla. Los dos temas finales, “Sahara’s mole” y “Sin éxito”, contribuyen en afianzar la redondez sonora de este primer trabajo de Las Penas. Habrá que seguirles de cerca, porque nos dan eso que más necesitamos ahora mismo: bailar, saltar y reír.