Hace ya casi una década que las argentinas Las Kellies firmaron por el prestigioso sello Fire Records, con el que publicaron su elepé homónimo de 2011. Una alianza que se ha mantenido firme desde entonces, con la dupla formada por Cecilia Kelly y Silvina Costa acrecentando su catálogo siempre al amparo de la discográfica londinense. Por el camino quedaron ‘Total Exposure’ (Fire Records, 13) y ‘Friends & Lovers’ (Fire Records, 16), antecediendo al que ahora es nuevo álbum de estudio del dúo.
‘Suck This Tangerine’ es uno de esos discos instantáneamente adictivos, sobre todo en una primera mitad que hila temas irresistibles con aparente facilidad. Un trabajo protagonizado por ese tipo de pop que insinúa constantemente su alma punk, y que tampoco descarta ciertas pinceladas de exotismo con las que oxigenar el asunto. Pero, ante todo, esta es una referencia que apunta al menos es más como filosofía con la que desarrollar unas canciones que en realidad no parecen necesitar mucho más para convencer. La escasez de elementos presume así de una gran efectividad, concretándose en marcadas líneas de bajo, afiladísimos punteos de guitarra colocados con esmero en la posición idónea, y una batería fiable que completa la ecuación.
La relativa baja fidelidad no resulta reñida con la limpieza de formas, motivando el encanto de canciones tan funcionales como el trío de ases inicial y apabullante que conforman “Closer”, “Funny Money” y “Baby”, al que posteriormente cabe añadir otros chispazos del tipo de “Charade”, la inquieta “Despite” o la sinuosa “Let You Go”. Apenas cuarenta minutos que se sitúan cerca de nombres como los de The Slits, The Shangri-las, Dum Dum Girls, The B-52’s, The Big Moon o Veronica Falls, y que señalan a Las Kellies como una de esas formaciones a tener en cuenta si de lo que se trata es de levantar con honestidad un día algo grisáceo.
Si bien es cierto que el efecto va disipándose ligera y progresivamente con el paso de los minutos, no es menos evidente que, en media, ‘Suck This Tangerine’ es una obra de notable alto, que deja a su paso múltiples instantes pegadizos en la retina. Y es que, entre tanto trabajo con tendencia a la sobreproducción, resulta reconfortante comprobar que todavía pueden llegar discos en los que el talento viene presentado casi en bruto, sin adornos innecesarios ni concesiones de cara a la galería.
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