Hay dos líneas claras en el Lp debut de Lapsley. La primera es explotar el auge del PBR&B en UK y la segunda es hacerse poco a poco amiga, familiarizarse, del pop para conquistar a las masas. “Long Way Home” (2016, XL Recordings) no nos aporta mucho más que otros productos por los que el mítico sello ha apostado anteriormente. De ahí, que a la hora de elegir el equipo tras el álbum se centre en ir de la mano de Rodaidh McDonald en la producción (the XX, Daughter, How To Dress Well) para que el impulso dado con su anterior Ep se mantenga. Aún así, lo que sí consigue este lanzamiento es presentar un debut para todos los públicos y la intención de coronar a la británica como chica de moda.
A lo largo del disco, Holly Fletcher, Lapsley, desarrolla sus experiencias vitales del pasado año, la mayoría centradas en mantener una relación amorosa (“Love Is Blind”), la sensación de pérdida (“Falling Short”) y todos los conflictos que puede atravesar una chica de 19 años de clase media. A pesar de su corta edad, la joven posee un gran conocimiento musical, centrado principalmente en una formación clásica. Experiencia ausente en el álbum y que más tarde desarrollaría hacia un terreno más electro (camino que tomaron estrellas como Clean Bandit o East India Youth).
“Hurt Me”, “Falling Short”, “Painter”, “Station”; para este largo no ha querido dejar atrás los temas que le han dado un nombre en la industria. Al margen de estos, explota su voz en “Seven Months” canción producida por Mura Masa (perteneciente al BBC Sound Of 2016) o juega con las bases en “Cliff”. Navega por el neo-soul en temas como “Operator” o “Tell Me The Truth”. Y además, como extra, cuenta entre la lista de productores de esta última con Paul O’ Duffy. Figura que apareció en los créditos del “Back To Black” de Amy Winehouse encargándose de la gran “Wake Up Alone”. Y que se convierte en un valor añadido.
Tras un viaje por álbum. Te das cuenta que Lapsley llega a regalar canciones que incluso podrían competir en la misma línea que cualquier hit actual (“Hurt Me”) de estrellas del corte de Adele o Sam Smith (solo hace falta escuchar los singles de presentación). Aunque, se podría decir que la principal carencia de este largo es su falta de frescura. El nuevo álbum de Lapsley es un perfecto resumen de todas las tendencias musicales que no paran de crecer en territorio británico. Una agrupación del pasado de la artista y de todo lo que puede llegar a ser. Una muestra de cómo convertir una buena materia prima en un producto perfecto para su mercado más cercano. Pero, ¿dónde queda lo demás?
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