L’Antarctica

A nadie le deseo una ruptura amorosa, aunque si el resultado es un disco de la desnudez emocional y la amarga dulzura de “L’Antarctica”, cuarto larga duración del grupo catalán Madee, bienvenida sea. No pensará lo mismo Ramón Rodríguez, autor de los textos, y puede que ni siquiera haya sido sencillo para sus cinco compañeros, pero digámoslo claro: el sufrimiento y la desdicha han supuesto un revulsivo para los firmantes de “Songs From Cydonia” (2002), “Secret Chamber” (03) y “Onion’s Belt” (04). Tener algo que escupir a obligado a Rodríguez a volver a componer con Madee, tras unos frustrantes rumores de separación, a intentar encarar de nuevo una carrera que había alcanzado cotas de madurez más que respetables. Lo curioso es que los mejores momentos de “L’Antarctica” no son precisamente los más introspectivos y calmados (de hecho, el disco pierde interés al llegar a los tres cortes finales, sin duda los más calmos), sino aquellos en los que la música suena más optimista (no olvidemos que los textos no lo son), más vital, más pop y salpicada por los arreglos más ricos de su trayectoria. Hablamos de las favoritas “Transference #2” (con sus vientos), “I Am A Green Swimingpool” (cuerdas, vientos, xilofónes), “The Wounded” (apuntes electrónicos y coros femeninos) o “Yr Demons” (con sus campanas). Un nuevo paso adelante para una banda que es un honor tener de vuelta.