La ventaja de despistarte y hacer una crítica con retraso respecto al lanzamiento es que te permite enfrentarte a ella una vez conoces bien el producto y has comprobado el recibimiento que ha ido obteniendo por parte de las publicaciones de referencia internacionales.
Y es caso curioso este quinto disco en solitario del ex-guitarrista de The Longpips y acompañante de gira de Pulp, que pese a recibir el respaldo de la mayoría de ellas, también coinciden muchas en situarlo algún escalón por debajo de su anterior y sobresaliente “Coles Corner”. Claro que para gustos los colores, pero parece lícito afirmar que “Lady’s Bridge” no sólo conserva sino que sublima los mejores ingredientes de sus antecesores; ese dramatismo crooner contenido en una emocionalidad sincera y un alejamiento de todos los géneros en boga compensado por un imán compositivo que atrae sin remedio al oyente, convirtiendo al de Sheffield en un referente único dentro del panorama musical actual.
Hawley obtiene en “Lady’s Bridge” su mayor número de dianas a la hora de cebar el disco de ases triunfadores. Entre otras, despuntan la nostalgia desesperanzada de “Valentine”, el guiño a Cash de “The Dark Road” o el tremendo single “Tonight The Streets Are Ours”, con ese uptempo tan empático y ese título mágico, en la mejor tradición de The Smiths.
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