Tras el exitoso debut de Manuel Hidalgo Sierra (Indio) y Luis Abril Martín (Nitro), los granainos La Plazuela, “Roneo Fun Club”, con extensa y triunfal gira de salas y festivales incluidas, montando tablaos, farolillos de colores y bolas de espejos a lo largo de todo el territorio nacional, vuelven ahora a la carga discográfica con una afilada colección de remezclas, revisitando los surcos de su ópera prima. Una tromba de catorce pistas manoseadas por algunos de los productores más destacados del underground nacional e internacional, otorgándoles una nueva y sudorosa piel, rebosante de matices y ritmos que te volverán a hechizar y hacer bailar hasta el final de los días.
Del sintetizado pulso, nervioso y oscuro de “La primera helá”, con los también granainos Texture reanimando la hoguera a base de adictivo acid jazz y mucho groove, a los envolventes ritmos dance y soleado electro-funk de “Realejo Beach”, de la mano del productor mexicano Dan Solo, pasando por el house acelerado de “El lao de la pena”, con el colectivo barcelonés Mainline Magic Orchestra jugando con los silencios y voces de la Plazuela a su antojo, inyectando eurodance en vena y teletransportándonos a una sudorosa rave cañí noventera por momentos. Sin olvidar el otro “El lao de la pena”, a cuenta del dúo bilbaíno CCCORROSION, recuperando la garra de las voces, pero reconstruyendo y rompiendo ritmos con sensibilidad industrial y futurista sello propio.
Otro de los indiscutibles hits del disco matriz, “Roneo Funk Club”, fue el hechizante funk flamenco de “Péiname Juana”, que ahora muta en dragón electrónico de lunares de tres cabezas: primera llamarada a cargo del productor australiano Jafunk, con luminosa brisa soulful y funk desbordante; segunda cabeza voladora por La Vida De Jaime y Droxo, disparando nu-funk, ritmos discos mediterráneos y groove a borbotones; la tercera dentellada de fuego la da el italiano afincado en nuestro país Bawrut, centrifugándonos en un caleidoscópico y psicodélico túnel de ritmos y sensibilidades entre cortadas que dejan marca.
Esa “Mira la niña” que, tras desnudar su alma flamenca a la guitarra, ya en la original era pura experimentación electrónica, con Juanito Makandé de invitado, ahora sufre triple metamorfosis: corrosivo house y club efervescente con Chico Blanco a los mandos, frescura electro-funk con ritmos y matices a flor de piel por el DJ Harut Hov y, KO en pocos segundos con la productora y DJ ALVVA, en un tercer asalto repleto de martilleantes beat rotos, cajas de ritmos al poder y moldeo vocal sin frenos en una atmosférica espiral de bass music a fuego lento.
“Camino de cristales” por dos atajos electrónicos diferentes: bruma vocal y resplandeciente oscuridad con balacera de drum & bass a quemarropa, de Granada a Granada, Natural Language in da house; y atmosférica y fantasmagórica pieza firmada por Pedraza, con giros, ritmos y cambios de intensidad que nos dejan el corazón en la boca, a punto de estallar.
La preciosa colombiana que cerraba el disco original, “La Vuelta”, redobla en esta colección de remixes la despedida, primero bajo el sello de GAZZI, empapada de atmósferas ambientales y agitado latido club; para luego rematarnos con el fin de fiesta remezclado por ROBZZZ, a base de una traca multicolor de hardcore y verbena sintetizada que hará bailar hasta a los muertos.
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