Hacia otra parte

La Pegatina regresan con su octavo disco de estudio, décimo en total, en el que cuentan con multitud de colaboradores de muy diversas partes del mundo. De ahí el título “Hacia otra parte”, porque es el lugar al que han ido a buscar nuevos sonidos y, a su vez, apunta a un pensamiento que hemos tenido todos en estos tiempos plagados de cuarentenas y confinamientos. ¿O es que hay alguien que no haya soñado con coger un avión y marcharse lejos durante estos dos años?

Así logran encajar a la perfección la actualidad de los últimos tiempos con el leitmotiv del álbum: desdibujar las fronteras que nos separan a partir de la cultura. Y lo hacen con temas universales como el amor y el desamor, la lucha social y la crisis de estos últimos años. De esta manera, los catalanes han cogido a una decena de artistas internacionales y han logrado hacer junto a ellos pistas que convergen a la perfección entre su propio estilo y el de sus invitados.

Es por eso por lo que el rollo urbano del argentino LOUTA está latente en “Contigo no cuento” o por lo que en “Diez minutos”, con La Vela Puerca y Sebastián Teysera, nos hace ponernos a bailar directamente gracias a su estilo más rockero, aunque ambas piezas mantienen un toque pegatinero. Porque los de Montcada i Reixac han dejado su sello en cada canción, ya que en todas se intuye ese estilo rumbero-festivo tan característico suyo, sumado a la inconfundible voz de Adrià. Aunque de todas las colaboraciones, la composición que más se acerca a su esencia es “Yo quiero bailar” junto a Los Auténticos Decadentes, convirtiéndose automáticamente en uno de los nuevos clásicos de la banda.

Además de combinar sonoridades, también lo hacen con los idiomas, una apuesta que aunque a priori suena arriesgada consiguen que funcione más que bien. Se han atrevido a entrelazar castellano e inglés en tres de las piezas más pop de este “Hacia otra parte”. La primera es “Where Do We Go?”, junto a Youthstar, seguida por “Down For Love” y “Nothing But A Lie”, con Chef’Special y Querbeat respectivamente. Pero también se han atrevido a juntar el castellano con el portugués en “Culpa Do Mar”, en la que la dulce voz de Flavia Coelho nos lleva a meternos de lleno en esa melodía tan hipnótica que recuerda a las propias mareas.

Tras toda esa fiesta de idiomas y estilos, la banda decide desacelerar el ritmo en las últimas dos pistas del trabajo. Primero con “Despedida” junto a La Santa Cecilia, una especie de bolero animado que nos recuerda a la mítica “La tempestad” junto a Eva Amaral, y que trata sobre lo difícil que es tener que decir adiós a un amor. Y por último, dejan de lado las colaboraciones, para tomar totalmente ellos las riendas en “Hacia otra parte”, un tema en el que se sinceran sobre lo mal que lo han pasado durante estos últimos años, la pieza más sincera y emotiva del trabajo.

Cierran este octavo disco con una canción que nos deja con ganas de más, ya que es la que más se acerca, en cuanto a sonido, a esa evolución mostrada en “Darle la vuelta” (Warner, 20). Aún así, con “Hacia otra parte”, La Pegatina nos vuelven a demostrar, como llevan haciendo desde hace casi veinte años, que su música es mucho más que festiva. Y nos alegramos de que así sea.