“Darle la vuelta” es el séptimo disco de estudio de La Pegatina, un retorno a sus orígenes tras los ritmos latinoamericanos de “Ahora o nunca” (Warner, 18) y un trabajo muy completo en el que se evidencia su madurez musical.
La banda deja atrás su lado más reivindicativo y apuesta por temas más cercanos al pop, en parte gracias a la producción de Tato Latorre (Arco, Dani Fernández), cuya mano se observa sobre todo en “Darle la vuelta” y “Lena”, más comerciales que el resto del disco y la culminación de una transformación que ha ido puliéndose con el paso de los años. El resultado es un álbum redondo que se hace corto. Es cierto que suenan más mainstream que nunca, pero era necesario que la que es una de las bandas catalanas con más proyección internacional diese este paso.
Ese retorno a los orígenes del que hablábamos al principio se demuestra en “Como se hacen las flores” o “La guspira”, un tema en catalán que lo tiene todo para convertirse en un éxito, sobre todo entre el público catalanoparlante. Aunque la canción que suena más a los tiempos de “Eureka” (13) o “Revulsiu” (15) es “Soltar la fiera”, una pieza que contiene todos los ingredientes de la antigua Pegatina, léase un inicio instrumental apoteósico, un ritmo alto que se mantiene durante toda la pista y la voz de Adrià y su pegadiza letra surfeando sobre las notas.
Para redondear el repertorio, cuentan además con cinco colaboraciones que aportan diferentes cualidades a los temas en los que participan. Travis Birds consigue que visualicemos mejor esa ruptura que se entiende en la letra de “Siempre te pedí”; el dúo catalán Arnau Griso suma su buenrollismo al que ya tiene la banda, consiguiendo hacer de “Dejarse la piel” una canción positivista; El Kanka aporta serenidad y calma a la pista más romántica del disco “Te veré cuando yo quiera”; el dúo madrileño Delaporte le brinda su frescura musical y la dulce voz de Sandra a “Amores” y PJ Sin Suela le da un toque latino a “Veo lo que hay”.
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