El segundo disco de los valencianos tiene trazas de ser algo muy importante. Equilibrado en clasicismo y contemporaneidad, ata corto el ruido y se abandona en melodías planeadoras.
Canta en castellano unos textos construidos a golpe de ventrículo y puede llevarles de la mano no sólo hasta la cúspide de las radiofórmulas más groseras –cuyo público anduvo mareando la perdiz con Australian Blonde, Los Fresones Rebeldes o Planetas- sino también hasta los tops de las radiofórmulas más encubiertas –cuyos oyentes se dejarán seducir por referentes de qualité: Sonic Youth, Radiohead, Planetas otra vez- dejando a todos contentos.
Gracias a este trabajo, los cuatro de L’Eliana, cuentan con un montón de triunfos en esa partida que –de ganarla- te abre las puertas de lo masivo. Concretamente doce; cinco de ellas con un siete en el reverso y el guiño cómplice del croupier. A saber: “Crónico” –una de las mejores canciones que he escuchado este año-, “Lola 2000” –un magnífico homenaje a Pulp-, “Espiral” –una melodía inabarcable-, “Eurovisión” –otra de las mejores canciones que he escuchado este año- y “Largometraje” –un ejemplo de pop perfecto y conciso-.
No se extrañen de que a finales de año volvamos a acordarnos de él. Lo merece.
e1hola soy antonio vazulqeez tengo 36 ac3b1os y quiero participar en el juego ,siempre miro el programa siempre quise participar y no tube suerte ,ojala quede en minuto para ganar 3.