Años Luz II

Lo nuevo de La Habitación Roja profundiza en el sonido guitarrero de la banda, entrelaza su lado más introspectivo con melodías radiantes y eleva su espíritu de lucha hasta el infinito. “Años Luz II” supone un crecimiento instrumental considerable con respecto a la primera entrega y un conjunto de himnos que empujan para colarse entre las canciones favoritas del público. Un álbum construido en la libertad, repleto de melodías redondas, historias de superación y los clásicos análisis del grupo sobre las complejas relaciones humanas. Lo que podría haberse convertido únicamente en un disco reflexivo sobre las cicatrices generadas por el último año ha terminado materializándose en un disco a favor de la resistencia, la supervivencia y la motivación por encima del agotamiento. Una vez más, este esperado cierre a aquella aventura estelar que supuso “Años Luz” está creado con la clara misión de darnos un golpecito en la espalda y recordarnos que todo pasa.

Grabado de nuevo con el mismo equipo que su predecesor, en los estudios de El Puerto de Santa María de Paco Loco. El segundo largo de La Habitación Roja en 2021 se entrega por completo al disfrute y firma la propuesta más experimental de la banda de los últimos años. El propio Jorge explicaba que llegaron al estudio de grabación sin maquetas cerradas, sin ideas concretas de qué querían construir, ni ensayos previos. Eso dio lugar a que las canciones se desarrollaran de una forma que jamás les habíamos visto hacer. No existen prejuicios algunos, no se siente una ambición por la búsqueda de ventas y sí las ganas de jugar e ir un paso más allá. Los temas se desarrollan entre la vena más rockera del grupo, bajos frenéticos, percusiones grandiosas y un trabajo electrónico que ya había asomado la cabecita en la anterior entrega. Solo hace falta ver ese maravilloso final de ocho minutos de duración con “La Casa Encantada” para entender la esencia del álbum y comprender lo bien que se lo han pasado dando vida a las piezas. Hacía mucho tiempo que no veíamos al grupo tan entregado a la música como ahora y da gusto sentir que atraviesan posiblemente uno de los momentos creativos más ricos de sus veintiséis años de historia.

“Todas esas cicatrices solo muestran que has querido y querer es lo importante”. Siguen siendo fieles consejeros de la vida y sufridores del amor. Entre lo mejor de este “Años Luz II” nos quedamos con ese “El amor correspondido está sobrevalorado” que tan bien representa la importancia de las experiencias, de entender que cada persona pasa por tu vida por algún motivo, aunque termine rompiéndote el corazón. Que muchas veces las heridas dan lugar a un aprendizaje necesario para lograr subir un nuevo escalón. Un tema lleno de energía, positivismo, nostalgia y verdad. Algo que se expande también en “Hasta el fin”, con esa fuerza y ese mensaje de resistencia que tanto nos hace falta en el presente. Por otro lado, “El día internacional de los amantes” saca esa parte más atmosférica y sensorial del grupo con un bajo maravilloso y un trabajo de cuerdas que baila con la voz de Jorge. “Y la pena negra que nos ha atrapado nos devora como Saturno a su hijo”, imágenes que reflejan la crueldad de la parte más cruda y sombría de esta segunda entrega. Pero, que a su vez se entrelaza con momentos costumbristas y nostálgicos de esa Valencia que tanto añoran. Y por último, hay que hablar de “No estuviste allí” y “La tormenta” y cómo se posicionan como dos de los temas más pop que podrían convertirse en futuros grandes futuros clásicos del grupo gracias a la belleza y sencillez de sus melodías. Canciones que representan perfectamente lo que La Habitación Roja fue, son y serán.

“Sé que ahora todo el mundo dice estuve allí, pero te juro que a ninguno de esos vi”. Ya lo decíamos al analizar el anterior disco, la música ha sido imprescindible para devorar todo el dolor acumulado en los últimos años. Nos ha cuidado sin pedir nada a cambio y lo único que tenemos que hacer nosotros es no abandonarla. Con La Habitación Roja pasa un poco lo mismo, el tiempo pasa y ellos siguen dejándose la piel para que cada uno de sus discos siga alimentando como se merece a su público fiel. No solo se abren en canal para reflejar todas sus inseguridades, compartir sus terapias, sus miedos y sus sueños. Sino que también buscan que sus melodías te hagan olvidar el presente, la rutina, te sientas cuidado y protegido al menos durante cincuenta y cinco minutos. Así que, por favor, devolvámosles toda esta gran entrega como se merecen. Disfrutemos a lo grande de este cierre de ceremonia y brindemos por ese gran grupo que es y seguirá siendo historia de nuestra música.