El imparable sello burgalés Crystal Mine se apunta otro tanto con la edición de esta auténtica “joya” del más ignoto, profundo, oscuro y sucio underground vasco. Nada más y nada menos que las grabaciones completas de La Grieta, el dúo formado por Mattin e Iñigo Eguillor y su imposible e indescifrable basura noise-punk-free-garage-no-wave-no-todo que sigue sonando tan excitante y perturbadora hoy como cuando fue creada.
De hecho, cuando uno entra en el estupendo archivo histórico de la web de Mattin (mattin.org) y lee las reseñas de diferentes medios (Ruta66, Vital Weekly, Volcanic Tongue) de la época en torno a sus discos, comprueba, que su desconcertada extrañeza y fascinación por esos inclasificables sonidos es perfectamente vigente hoy en día. No hemos avanzado un solo milímetro en la comprensión de su enigma y, en cualquier caso, nuestra fascinación, ante algo que estaba sucediendo delante de nuestras narices sin que la enorme mayoría de nosotros (reconozcámoslo) nos enteráramos de nada, se ve incluso aumentada.
Algunos fans de Cancer Moon (entre los que me incluyo) llegamos a ellos a través de su colaboración en formato trío con el llorado Josetxo Anitua bajo el nombre de Josetxo Grieta. Una última vuelta de tuerca a la extraordinaria carrera de Josetxo que halló en Mattin e Iñigo los compañeros de viaje ideales para producir el detritus sonoro de su descenso a los abismos. Los suyos personales, los colectivos y los de su propia voz y música, reducidos en ocasiones a una expresión mínima casi cacofónica y expandidos en otras en un magma ruidoso de brutal intensidad, y siempre más allá, mucho más allá de todo y de todas sus grabaciones anteriores. 2 discos editados en w.m.o/r (“Euskal Semea”, descomunal apropiación del “European Son” Velvetiano) y Ozonokids (“The Art Of Distraction”) y un par de CD-r (“Reminder of a Precious Life” y “Sonrisas Vendo-¿Dónde Nos Llevan?”) en dos últimos años en la vida de Josetxo (2007-2008) de imparable actividad. Un legado que sigue produciendo una enorme extrañeza y una poderosa atracción magnética, y sigue doliendo y fascinando como la primera vez.
Pero todo esto sólo fue posible porque la Grieta ya llevaba abierta varios años supurando ese pus herrumbroso y altamente tóxico que una vez te toca te infecta para siempre. Y aunque la bautizaron con ese nombre a partir de 2005, la herida probablemente empezó a abrirse ya en Inte Domine (1992-1997) el primer grupo del que Mattin e Iñigo fueron miembros. Nacidos a la estela de aquel cacareado Getxo Sound del Inquilino Comunista, Lord Sickness y cía. del que progresivamente fueron alejándose a medida que ampliaban su universo musical con la No Wave, la Improvisación o la electrónica más incisiva, en una miríada de nuevos proyectos y colaboraciones, especialmente en el caso del prolífico Mattin (sería necesario un libro entero para documentar su carrera, algún día llegará y se le hará justicia, pero ese es otro tema, de momento).
Lamentablemente, como tan bien cuenta Löty Negarty en ese texto crudo, sincero y hermoso que complementa esta estupenda edición, llegamos tarde para descubrir estos sonidos en el momento que empezaban a emanar su tóxica sustancia para corroer los cimientos de esa California turística de postal que a menudo parecía sugerir el aire “cool” e “internacional” de la escena getxotarra. Es imposible saberlo, es probable que los hubiéramos entendido aún menos de lo que los entendemos ahora, o que nos hubieran cambiado la vida para siempre. El caso es que ya da igual, cualquier momento es igual de apropiado para entrar en esta mina sonora por primera vez.
Vayamos al grano pues, ¿qué contiene exactamente “Askeroso Getxo Sound”? Pues, de entrada, contiene un total de 19 temas con las grabaciones completas repartidas entre sus discos “Hermana Hostia” (grabado en 2005 y publicado en 2006 por w.m.o/r y ahora masterizado por Jack Callahan), "Decisión" (grabado entre 2007 y 2010 entre Berlin, Berango, New York y Estocolmo y concebido a modo de homenaje a Josetxo y publicado en CDr por el sello japonés Black Petal), “último polvo” (single de descarga libre en Desetxea de 2013 en homenaje a Carlos Artiach) y por último el tema “Despierta, Despierta” (EP inédito hasta la fecha, grabado en 2015 en homenaje a Gerald Locke) presentadas de modo cronológico en dos preciosas cassettes (la 1 amarilla y la 2 rosa).
Pero eso son los datos, objetivos y verificables que, a lo sumo, dan fe del carácter itinerante, inquieto y totalmente underground del proyecto. Detrás está la música, esa sustancia sulfúrica que empapa las cintas magnéticas y se libera como un espeso gas tóxico cada vez que le damos al play. En cierto modo podría decirse que existe una cierta “evolución” entre los temas de “Hermana Hostia”, entre los que se adivina un esqueleto de garage/lo-fi/no-wave en texturas de bajo/guitarra/batería/voz mas o menos convencionales tras la niebla, y los posteriores a su colaboración con Josetxo como “Decisión”, más extensos y abstractos y de ropajes electrónicos más etéreos, aunque no por ello menos opresivos ni amenazantes.
Pero creo que sería un error considerar que existe una voluntad de alcanzar una mayor sofisticación o abrillantamiento del sonido del grupo en su deriva. Más bien al contrario, al modo de The Dead C o Reynols, los únicos ejemplos remotamente comparables en sus planteamientos que se me ocurren, La Grieta nace y crece basada en una firme visión (no)artística inicial que permanece admirablemente inalterable. La Grieta es, ante todo, dolor, rabia y frustración ante el tedio que nos embarga, ante la falta de peligro, de estimulo y de excitación de la papilla insípida que nos inunda el cerebro cada día. Eso no ha cambiado en todos estos años, ni en ellos, ni en las sensaciones que provoca en el oyente atento y dispuesto a ir más allá. Si cabe, es aún más palpable e intenso en cada mutación del grupo y se ve aumentado con el paso del tiempo. “Askeroso Getxo Sound” es una estupenda oportunidad para descubrir ese legado y un pequeño y bello homenaje a una de las propuestas artísticas más singulares de nuestro entorno. Disco del año en mi lista personal, sin ninguna duda.
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