Todos somos conscientes de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y aquí seguimos. Con The New Raemon hemos cometido dos errores. Primero, en el momento de su edición, infravaloramos su primer y fantástico larga duración “A propósito de Garfunkel”. Ahora, no mucho después, le negamos una portada que, sin duda, este “La dimensión desconocida” "se merece. ¿Y qué motivos o razones tengo para ser tan radical? Fácil, los veintiocho minutos sobre los que estoy escribiendo. Ramón Rodríguez parece tomarse todo a pitorreo (los chistes, las bromas a costa de su nombre, la forma de encajar frases hechas en los textos…), pero sus canciones son cosa seria, muy seria y cada día más personal. Dos o tres minutos que evitan el malditismo habitual del cantautor, que huye del enquistamiento del concepto mismo en nuestro país (cuanto daño ha hecho Nacho Vegas, por Dios), que evocan miserias con un optimismo estremecedor, piezas en las que uno se sumergue y no hace suyas porque sea lo que toca, sino porque uno no encontraría mejores palabras para transmitir lo que él nos dice con pasmosa facilidad. Eso sí, “La dimensión desconocida” suena más a grupo y menos a cantautor, más a disco meditado (sin que eso suponga nada negativo), dando forma a un trabajo más equilibrado que “A propósito de Garfunkel”, más todos a una y con composiciones (“Por tradición”, “El fin del imperio”, “La recta final” o la ya conocida “Sucedáneos”) que, pese a no ser tan directas, emocionan tanto como en su predecesor lo hacían “Hundir la flota” o “Fuera complejos”.
Chúpamele!
Me alegro pues! Voy a por el disco.
Joan una pregunta: Cuando dices que este disco es más equilibrado, ¿Estás afirmando que es mejor que el primero?... no me queda claro... un abrazo y felicidades por la nueva web
Intento decir que hay menos diferencia entre las muy buenas y el resto...
The New Raemon mola mil!
Chúpamele!