La era COVID y el dramático parón en seco para la música en directo ha hecho que muchas bandas de largo recorrido hayan aprovechado esta circunstancia temporal para mirar atrás; un ejercicio de nostalgia casi obligado para unos históricos de la escena metálica europea como Mille Petrozza y Ventor. A las puertas de conmemorar cuarenta años de trayectoria con el nacimiento de los embrionarios Tormentor en 1982, Kreator lanzan el primer box-set de su carrera: un artefacto literalmente explosivo que concentra todos los álbumes que grabaron durante el primer tramo de su carrera: desde "Endless Pain" (1985) a "Renewal" (1992). Todos los discos que grabarían con el añorado bajista Roberto Fioretti terminarían convirtiéndose en su material más preciado: las canciones que les consolidaron como una de las bandas de referencia del thrash metal europeo.
No es para menos. Álbumes tan icónicos como "Pleasure to kill" (1986), "Extreme aggression" (1989) o "Coma of souls" (1990) no sólo han envejecido de forma soberbia, sino que reflejan en toda su dimensión la gran influencia que pudieron tener, tanto por aquel entonces como en el revival que el thrash ha experimentado desde hace una década y media. Y es que, a pesar de sus devaneos con otros estilos a finales de los noventa –ahí están los controvertidos "Outcast" 1997 y "Endorama" de 1999– el cuarteto de Essen siempre han sido fieles a una forma de hacer las cosas: si Kreator están en forma, el thrash metal está en forma.
Hubo una época en la que fueron, literalmente, incontestables: pocas bandas podían competir con el nivel de fiereza, técnica y olfato compositivo de Petrozza y compañía. Ahí está la prueba: en poco más de siete años, enlazaron –una tras otra– seis obras monumentales que, complementadas por varios EP’s, defendieron en directo mediante unos setlists físicos y exigentes que incluso hoy siguen interpretando al más alto nivel.
Entre 2016 y 2017, el sello alemán Noise Records reeditó todos estos álbumes por separado: golosas ediciones dobles y triples que consiguieron el objetivo de ser relativamente asequibles para una nueva generación de seguidores que había crecido a medio camino del CD y del streaming. Ahora, con Under the guillotine, se retoma la idea de recuperar los álbumes en su formato original (un único LP por disco) replicando en buena medida los inserts originales que los acompañaban. Los amantes de los acabados más visuales agradecerán la disparidad de colores mediante el juego de splatters y swirls; en cambio, los audiófilos de la sala se alegrarán al comprobar que la nueva remasterización cumple plenamente con su objetivo. El prensaje, nítido y equilibrado, pone de relieve el tremendo juego de guitarras entre Mille y los solistas Jörg Trzebiatowski (1986–1989) y Frank Gosdzik Blackfire (1989-1996) o la inagotable imaginación percusiva del bueno de Jürgen Reil, el hombre que se esconde bajo el nombre de Ventor. Como añadido, "Under the guillotine" incorpora una réplica exacta en formato cassette de la maqueta "End of the world" (1984) de Tormentor, punto de partida para entender lo que fueron y aquello en lo que se iban a convertir.
La caja –robusta y muy bien diseñada– incluye todos esos añadidos exclusivos que cualquier entusiasta de los box-sets suele exigir. Para empezar, incorpora un libro de gran formato en tapa dura que recoge fragmentos de canciones y declaraciones de la propia banda: un apartado visual e interesante en el que, alternando texto con fotografías hasta ahora inéditas, se nos permite descubrir que decidieron bautizar su banda a raíz de un verso de “Mountains” de Manowar («I awaken the creator in those who dare»), que Mille fue en su momento un gran fan de Einstürzende Neubauten o las diferentes situaciones que les llevaron a componer algunas de sus canciones más celebres. De alguna manera, da la sensación que el libro habría quedado mucho más redondo y aprovechado aportando más detalles sobre los orígenes de la banda, su conexión con la escena alemana del thrash metal o aspectos más concretos sobre el proceso de grabación de todos los álbumes que recopila "Under the guillotine".
Otro aspecto a destacar es el USB que acompaña a esta edición, que da una de cal y otra de arena. En él se incluye una versión digital de todas estas canciones ni más ni menos que a 160kbps, aspecto técnico que empobrece considerablemente la calidad de sonido y en el que las baterías de Ventor se han visto terriblemente perjudicadas. Pero, por otra parte, este apartado digital aporta versiones extendidas de cada uno de los álbumes, reuniendo hasta 37 canciones inéditas en directo, algunos remixes y versiones alternativas, las dos demos de "Tormentor (Blitzkrieg" y la mencionada "End of the world)" y los EP’s "Flag of hate" (1986), "Behing the mirror" (1987) y "Out of the Dark... into the Light" (1988).
Todavía hay más. "Under the guillotine" incluye un interesantísimo DVD titulado "Some pain will last", en el que podemos hallar un pequeño documental "(From the vault)" en el que se alternan entrevistas y actuaciones fechadas entre los años 1986 y 1993. En este mismo apartado también se encuentran dos directos inéditos grabados en Gotemburgo (1989) y Rottweil, Alemania (1986), a los que se añade esa salvajada nunca suficientemente reivindicada como fue "Live in East Berlin" (1990) en una nueva mezcla a cargo del productor Andy Sneap (Judas Priest, Sabbat, etc.).
En conjunto, "Under the guillotine" consigue su cometido al cien por cien: ofrecer y revitalizar en toda su dimensión el pilar sobre el que se sostiene una de las carreras más relevantes del metal europeo.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.