No lo tenían fácil para este nuevo disco. Koko-Jean Davis y sus chicos tenían que hacer frente a una baja en la banda que, aunque ya no reciente, sí que seguía siendo importante. Y, sobre todo, era necesario comprobar cómo iba a afectar en estudio la sustitución de un medio tan esencial como el batería Anton Jarl. El encargado de esa tan a veces ingrata tarea, eso sí, es un musicazo como Marc Benaiges, conocido por su trabajo con The Excitements, Fundación Tony Manero o Nación Funk. La conclusión es que Anton Jarl fue el mejor batería que The Tonics pudieron tener en su momento, y Benaiges el mejor que pueden tener en la actualidad. Porque su forma, de tocar, más enfocada al funk, es sin duda clave para entender el sonido de la banda en este “Love Child”.
El resto de la formación ya la conocen. Dani Baraldés a las guitarras y Víctor Puertas a las teclas. Un seguro de vida, y más si al frente de todo nos encontramos con la rotundidad y la fiereza de una frontwoman como Koko. Como punto de enlace con su anterior etapa, además, incluyen temazo con letra de Jarl, “Gonna Be A Party Tonight”, que pone la nota romántica a la historia del disco. Producido por el francés Arnaud Fradin, que parece haberle cogido al grupo el punto al sonido de la banda, el rhythm & blues, el soul y el góspel se desparraman a borbotones por los surcos de unas canciones que pueden pasar por el mejor catálogo al que nunca se ha enfrentado el grupo. Ya sea cuando se acercan a Nueva Orleans en “Take One More Time”, a Memphis en “You Can’t Sit Down” o al Detroit de la Motown en el tema titular. Todo encaja y uno tiene la sensación de que, ahora sí, están muy cerca de cazar en estudio lo que ofrecen en directo.
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