Después de publicar dos trabajos tan interesantes como fueron “King Tuff” (Sub Pop, 12) y sobre todo “Black Moon Spell” (Sub Pop, 14), Kyle Thomas -aka King Tuff- vuelve a hacer gala de peculiaridades estilísticas en el que es su cuarto disco. Un álbum con el que suaviza el aspecto general de sus canciones, inyectándoles más colorido, apostando por tonalidades adicionales y, en definitiva, generando mayor luminosidad global que en anteriores ocasiones.
“The Other” (Sub Pop, 18) es mayoritariamente un disco de glam-rock y space-pop, con influencias de la Costa Oeste y generosas pinceladas de psicodelia, power-pop o incluso funky. Un conjunto donde los falsetes, cierta épica y el gusto por el adorno algo excesivo resultan evidentes, tanto que terminan convertidos en principales protagonistas del asunto. El norteamericano firma un disco ambicioso, que incluye una decena de composiciones valiosas e inspiradas, aunque por momentos resulte algo recargado en pretensiones. Un problema menor, en cualquier caso, si atendemos a lo imaginativo de sus componentes y las buenas vibraciones generadas por las propias composiciones.
El álbum se abre con el único medio tiempo de la referencia, una “The Other” que se va hasta los seis minutos y también da título a la obra. A partir de ahí, el músico norteamericano abraza un ritmo animoso que ya no abandonará hasta recuperar la calma con la definitiva “No Man's Land”. Una tendencia plagada de singles claros y piezas destacadas como “Raindrop Blue”, las espectaculares “Psycho Star” y “Circuits In The Sand”, Neverending Sunshine (compuesta junto a Ty Segall) o “Birds Of Paradise”. Todas ellas suman, y dejan a su paso un elepé detallado y que brilla con tal fuerza que termina por resultar poco menos que irresistible.
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