Pocos artistas plasman tan bien la generación Z y sus dilemas como Mikaela Mullaney Straus. Su manera de recoger las contradicciones con las que se encuentran los jóvenes del 2022 y hacerlas canción me recuerda a la forma de trabajar de Lena Dunham. Hannah Horvath se declaraba a sí misma en su serie “Girls” como “la voz de su generación”. Por la razón que sea, veo a King Princess reflejada en ese personaje al que amabas u odiabas, sin medias tintas. En ese sentido, “For My Friends”, el primer single de este nuevo álbum, parece una carta de disculpa y transparencia hacia esos amigos que te salvan la vida a costa de hacérsela más complicada. “Loving me takes patience”, dice el estribillo. Una declaración de intenciones que marca el tono de un álbum que reflexiona sobre la amistad y una ruptura después de una relación duradera.
King Princess siempre ha profundizado sobre la salud mental y las relaciones sexoafectivas LGTBIQ+ en sus trabajos anteriores, pero es en este “Hold On Baby” donde más cruda se trata. Mikaela no duda en mostrar en sus redes sociales todo su activismo con el movimiento así como sus experiencias personales como persona queer no binaria en un mundo globalizado y desgraciadamente reinado por el heteropatriarcado. En uno de sus recientes TikToks, por ejemplo, explicaba que no sabe si alguna vez querrá tomar hormonas o someterse a una cirugía de reasignación de sexo, y que eso le creaba inseguridades a la hora de mantener una relación romática por el miedo al rechazo que pueda crear en su pareja. Un pensamiento del que no se suele hablar en las canciones pop. Ha tenido que venir King Princess para hacerlo en “Sex Shop”, uno de los temas más íntimos del disco: “I fear that you won’t love me / If there’s something in my body that wants to change”.
Pero “Hold On Baby” desprende más luz que oscuridad. El disco habla sobre dos personas que deciden terminar su relación después de muchos años juntas, teniendo que enfrentarse de nuevo a la vida solas y dándose de bruces con la realidad. Las amistades que has descuidado por el camino y las dinámicas tóxicas que habías permitido inconscientemente hasta llegar ahí. Pero no es un trabajo despechado ni escrito desde el enfado o la resignación. Su autora se encuentra en un lugar mucho más luminoso, aunque sí algo melancólico, desde el que escribe frases como “But ending lead to better things like sleeping again” en “Cursed”.
En cuanto a los mandos de la producción, además de la propia Mikaela se encuentran pesos pesados como Mark Ronson y Aaron Dessner (The National), entre otros. El resultado es ese sonido clásico dentro del pop más contemporáneo que le queda como un guante a una King Princess más madura y elegante. “Hold On Baby” no sonará en las radios más comerciales del mundo pero sí tiene el privilegio de poder decir que, al menos, aporta algo al mundo del pop. Y la responsable de todo ello solo tiene veintitrés años de edad.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.