Changes

“Changes” puede verse como tercer acto de esta especie de trilogía anunciada por los hiperactivos King Gizzard & The Lizard Wizard liderados por el incansable Stu Mackenzie para el año que termina. En la contraportada se descuelga asegurando que les ha llevado nada menos que cinco años completarlo. Al parecer, algunas de las canciones se remontan a 2017, pero en su momento no acabaron de cuajar. Por alguna razón y pese a la productividad abrumadora que ha mantenido la banda, Stu se quedó con la espinita clavada. Hasta ahora.

Si el doble “Ice, Death, Planets…” funciona como vehículo arrollador de todo el potencial de la banda, “Changes” explora la faceta más reflexiva y por momentos bucólica de los australianos (“No Body”, “Exploding Suns”), aunque la electrónica kraut de “Gondii” y el inicio de “Short Change” pongan cierto contrapunto. Los trece minutos de “Change” y sus lisérgicas melodías de piano eléctrico condensan el particular space rock con toques de acid jazz que han perfeccionado: el tema más ambicioso del lote desemboca en una especie de balada hip-hop para caer en el ritmo hipnótico kraut y el desparrame final marca de la casa. “Hate Dancin” es como la coda pop de la anterior. Mientras, la juguetona “Astroturf”, con teremín, flautas y bajo funk, está llena de alicientes rítmicos.

Esta vez el grupo se contenta con siete cortes grabados a caballo entre “estudios domésticos y profesionales, autobuses, habitaciones de hotel, aeropuertos y aviones”, sin perder su particular coherencia. Por cierto: las iniciales de los títulos colocados estratégicamente forman la palabra “Changes” y el último corte recupera el tema de la canción principal. Y aunque no alcanzan la brillantez de su anterior trabajo doble, otra vez se pone de manifiesto el talento de los australianos para darle mil vueltas a su propuesta y sacar siempre algo valioso. Es lo que pasa cuando unos tipos viven por y para la música.