Slut Pop Miami

Kim Petras viene de conseguir dos hazañas seguidas. Por un lado, publicar un “debut” en largo que es notablemente inferior a los epés que había ido sacando todos estos años, “Feed The Beast”. Por otro lado, sacar luego el debut 'descartado' que en teoría iba a ser mejor, “Problématique”... y que al final resultase igual o peor. Ahora, ha de sumarle otra hazaña: publicar una continuación a “Slut Pop”, aquella divertidísima ida de olla, a priori una idea fuera de riesgo porque se trataba de tomarse muy poco en serio a sí misma... y que salga el desastre que es “Slut Pop Miami”.

No es que no sepamos dónde está la Kim Petras que nos entregaba joyas pop como los “TURN OFF THE LIGHT” o “Clarity”, es que su versión mamarracha tampoco parece funcionar. La producción de “Slut Pop” no era lo más elegante del mundo, pero podía ser muy buena teniendo claro que quería sonar sucia (que no “desganada”), y las letras obviamente no eran sutiles, pero tampoco un gag de “Drag Race” tras otro (las melodías también parecen un poco lo que se van sacando las concursantes en un maxichallenge de la franquicia). Cuando quiere ser guarro, “Slut Pop Miami” da risa. Y cuando quiere dar risa, parece más un chiste malo.

¿Cómo puede resultar aburrido un disco que apenas llega a los veinte minutos, y en el que la mayoría de las canciones duran un minuto y algo? Quizás, uno de los motivos sea precisamente tomarse las canciones como un gag repetitivo, jugárselo todo a una frase y olvidarse de la producción.

No todo es un desastre: se salvan “Gag On It”, con ese inicio que nos recuerda un poco al ambiente de “Erotica” (ojalá hubiese seguido por ahí), o la producción de “Head Head Honcho”, y luego hay una colección de buenos momentos que, vaya por Dios, no llegan a dar buenas canciones. Es el caso de “Butt Slutt” (¿hicieron el estribillo y se olvidaron del resto?), “Rim Job” (graciosa pero estropeada por una producción tan vaga), “Cubana” (el filtro robótico es un puntazo pero no te puede sostener esto) o “Whale Cock” (lo mismo con los sonidos de ballena y el “Free Willy!”). El resto son temas tan olvidables como “Can We Fuck?”, “Cockblocker” o “Fuckin' This Fuckin' That”. No ayuda tampoco empezar el disco con “Slut Pop Reprise”... te hace recordar todo el rato lo absolutamente inferior que es esta segunda parte.