Kesto (234.48:4)
DiscosPan Sonic

Kesto (234.48:4)

8 / 10
Francesc Feliu — 30-08-2004
Empresa — Mute/Everlasting
Género — Vanguardia
Fotografía — Archivo

Tres años de silencio. Tres años en los que ha pasado de todo, pero casi nada demasiado destacable en el terreno de la electrónica de riesgo. Pan Sonic mantuvieron el tipo con “Aaltopiiri”, pero era evidente que la fórmula daba señales de agotamiento una vez que la socialización del software colocaba a la nueva ola cerca, muy cerca de los fineses.

Ellos, que una vez se convirtieran en el mejor ejemplo de cómo el tiempo digiere y populariza las vanguardias más extremas -lo suyo no es ni mucho menos más radical que el legado de un Xenakis o un Schaffer, por poner dos ejemplos de metodología bien distinta- se encontraron devorados súbitamente por el avance tecnológico: seguían siendo los mejores ingenieros, malabaristas de la arquitectura sonora, pero se hacía evidente la necesidad de un plus añadido que redimensionara su obra. Ese plus llega ahora por la vía del exceso: cuatro horas de música (es un decir) que ya pesa desde el propio subtítulo del álbum: 234.48:4. Cuatro discos que muestran las diferentes caras de Vanio y Vaisanen: retazos de esa rítmica gélida y seca marca de la casa, pero también un back to the roots que cita directamente a los Cabaret Voltaire más punk, a los Suicide más minimales, puro hardcore industrial. Muy al contrario, el tercer disco busca inspiración en el ambient autista, que igualmente rechaza la melodía y se construye a partir de un sistema de ecos y zumbidos. Cierra “Kesto”, pieza que ocupa al completo el cuarto disco y drónico homenaje a Charlemagne Palestine. Obra magna, difícil, ombliguista por momentos, pero que una vez más coloca a Pan Sonic en primera línea del techno experimental.

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