Las circunstancias, o más concretamente, la negativa de Mick Jagger a seguir priorizando a los Rolling Stones por encima de su carrera fuera del grupo, empujaron al otro glimmer twin, Keith Richards, a grabar su primer disco en solitario, el reivindicable “Talk is Cheap” (1988). Curiosamente, quien acabaría sacando mejor rédito de ese periodo en el que las aguas stonianas bajaban tan turbulentas, no iba a ser el impulsor de la ruptura, sino el supuesto damnificado. Y es que, mientras Jagger poco menos que fracasaba en su intento de establecerse como una superestrella al margen de los Stones, Richards se limitó a poco más que rodearse de unos cuantos amigos con los que tocar mientras se divertía y conseguía entretener –y a veces incluso entusiasmar- a sus incondicionales. Así de simple, así de efectivo.
Como parte de la fiebre actual de reediciones que nos ha tocado vivir y gozar, se recupera ahora el disco en directo grabado en Hollywood por Richards Live At The Hollywood Palladium y sus X-pensive Winos en diciembre de 1988. De entre las distintas nuevas versiones de este lanzamiento -entre ellas por fin una en vinilo y, también, una lujosa caja que incluye el DVD del concierto- reseñamos aquí el nuevo digipack de tapa dura, una opción que contiene únicamente las mismas trece canciones que el cd original publicado en 1991. Eso sí, remasterizadas y despachadas en un envoltorio más atractivo.
Le damos el play y arranca el espectáculo con un atronador riff de guitarra, el de “Take It So Hard”. Keith Richards en estado puro, damas y caballeros. Tras esa tan reconocible carta de presentación, se ponen en marcha los X-pensive Winos, es decir, la maquinaria encargada de cubrir las espaldas de quien, no lo olvidemos, ni está acostumbrado ni, en el fondo, seguramente desea ocupar el puesto de front-man de la banda. Kiz, en cualquier caso, asume con entusiasmo su papel de vocalista principal. Con todas sus limitaciones, pero también sacando el máximo partido de sus virtudes. Además, cuenta con ayuda externa cuando la corista Sarah Dash se erige en solista durante “Time Is On My Side” y “Make No Mistake”.
A destacar entre los Winos la labor de Ivan Neville a los teclados y la del sospechoso habitual en las fechorías de Richads, Bobby Keys, al saxo. Sin olvidar, por supuesto, la de Steve Jordan a la batería. Alejado del estilo sobrio e infalible con el que Charlie Watts suele apuntalar los riffs de Richards, el más dinámico y versátil Jordan colorea aquí el repertorio con abundantes y certeros golpeos sobre su instrumento.
En cuanto al repertorio, se centra en el citado “Talk Is Cheap”, replicando hasta nueve de sus once cortes. Se infiltra el reagge con “Too Rude”, un tema incluido también en “Dirty Work”, el disco de los Rolling Stones de 1986. Ya hacia el final, irrumpen “Happy” y “Connection”, otros dos temas de los Stones muy apropiados para la ocasión, ya que el papel de Jagger en los originales de los mismos nunca pasó de secundario.
Ocho meses después de este concierto, al tomar de nuevo Mick Jagger y Keith Richards las riendas de los Rolling Stones sobre un escenario de Connecticut, volvían a su cauce las turbulentas aguas stonianas a las que hacíamos referencia al principio. Nadie lamentó entonces, ni ahora, que los proyectos paralelos de Mick y Keith pasaran a un segundo plano. Ello, sin embargo, no es óbice para que este otro Richards, el que descubrimos en el 88, haya pasado a la historia como alguien sobradamente capaz de hacer rugir con vida propia y autónoma sus inconfundibles riffs. Este álbum en vivo lo certifica.
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