blue water road

El paso del tiempo te llena de sabiduría. Los golpes de la vida te obligan a aprender, a conocerte mejor, respetarte y cuidarte como no lo hacen los demás. Kehlani atravesó su intensa aventura tóxica con aquel maravilloso “It Was Good Until It Wasn't” que publicó en 2020. Uno de los mejores discos de rnb de ese año (si no el mejor) y la madurez definitiva de la artista. Aquella pieza de dolor le colocó en una posición privilegiada que no había tocado antes. Pero, a su vez, le dejó enormes secuelas por tanta sangre derramada en forma de canciones. “blue water road” supone así el inicio de su proceso de sanación. Una fantástica joya curativa llena de luz, paz y espiritualidad en busca de una nueva identidad respetando las raíces de su sonido. Una respiración profunda, liberadora, que te calma y habla muy bien de las segundas oportunidades.

“Wouldn't say I'm a lie, but I'm not always honest. I ain't come through, but that's why I ain't promise”, inicia con “little story” en ese viaje de aprendizaje bajo el sonido del mar y el ruido de las gaviotas. Como si asumir la imperfección fuera el secreto para lograr limpiar el pasado y empezar desde cero con un nuevo folio en blanco. En este disco Kehlani sigue siendo tan frontal a la hora de hablar del amor como nos tiene acostumbrados. Pero, esta vez, lo hace de una forma mucho más profunda y personal. Cada uno de los temas expulsa parte de su ser, de su verdadera personalidad sin etiquetas. Desde hablar de su sexualidad sin prejuicios como hace en “any given sunday” junto a Blxst (“Call me daddy in front of all your bitches in the lobby”). Hasta desnudarse por completo sobre sus relaciones previas, la autodestrucción a través de ellas y posterior huida en “get me started” de la mano de Syd.

Parte del éxito de este gran diario de emociones lo tiene el unirse a dos claros líderes en el terreno de la producción. Por un lado, Pop Wansel (Ariana Grande, Nicki Minaj) con el que ya había trabajado previamente en joyas como “Can I” del anterior LP o en parte del “SweetSexySavage”. Por el otro, Rogét Chahayed que estuvo tras la construcción del icónico “Cranes In The Sky” de Solange y recientemente en el “Kiss Me More” de Doja Cat. Y es que “Blue water road” es un álbum que no busca generar un salto sonoro sorprendente, sino más bien balancear y mimar el éxito alcanzado con la previa entrega. Atar muy fuerte una forma de contar historias que hace que cada verso lanzado por Kehlani se te clave bien dentro. Porque, algo que es innegable es que ella siempre habla desde lo más profundo de su ser con una serenidad y seguridad envidiable. La fortaleza que refleja su caparazón externo es tan grande como su fragilidad interior. Y lo bueno es que no tiene miedo a ser transparente y quiere hacernos formar parte de su peculiar universo.

El pulso de “wish i never” a través del sampler del “Children’s Story” de Slick Rick define muy bien la esencia del nuevo proyecto. Canciones sencillas, sin excesos, fáciles de retener, de ritmo pausado, pero escurridizas, personales y directas. Temas que nacieron como una extensión de “It Was Good Until It Wasn't” y acabaron generando una naturalidad propia. Un repertorio de lujo para escapar del caos, desear un cambio y potenciar el lado positivo de las cosas. Otro gran ejemplo, es evidentemente ese poderoso y sexy “more than i should” junto a Jessie Reyez o, por supuesto, su potente colaboración con Justin Bieber en “up at night” que te será imposible sacar de la cabeza (“Thoughts of you keep me up at night, up at night, up at night”).

Ya va siendo hora de valorar a Kehlani como lo que verdaderamente es: una de las estrellas de rnb más auténticas y llenas de talento de los últimos años. Lleva encadenando unos años impecables a nivel creativo con cada lanzamiento y aun así muchos se resisten a aplaudir el éxito. Sin embargo, podemos confirmar que con este disco pocos van a ser los que tengan el poder de cortarle las alas e impedir que llegue hasta lo más alto. Que vuele tan libre como le plazca.