El poderío funk de las míticas hermanas Scroggins, de nuevo acompañadas por dos de sus hijas, se mantiene incólume pese al paso de las décadas. Ya sea apuntillando el silencio con la minimalista (caja de ritmos y voz, nada más) y un poco subida de tono “Purely Physical”, con la titular “Keep On Moving” (que podría haber estado perfectamente en su primer Ep) o dejando a las Pussycat Dolls al nivel de las alcantarillas en su primer single “Insane” (todo un clinic de batería minimalista y efectiva con dos remixes diferentes en el álbum).
A más de veinticinco años de su debut desde el volcánico South Bronx neoyorquino, no hay nada de revivalista en su actitud (hay que tenerlos muy redondos para colocar la insulsa batucada “The Road” en medio de un disco) ni en su reconocible sonido: desnudo, crudo, con guitarras tímidas y hasta piano sensual (“Ex”), buenas líneas de bajo (“I´d Do It For You”) y esas letras (un poco de relleno, hay que admitirlo) siempre positivistas (“Everything Goes”). Aunque el disco se resiente precisamente de su propia contención, del exceso de ritmos no estrictamente bailables, las dos tomas de “Insane” (“Tambourine Mix” y “Bass Mix”) valen por todo el revival punk-funk de los últimos años.
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