Witness
DiscosKaty Perry

Witness

4 / 10
Álex Jerez — 19-06-2017
Empresa — Capitol / EMI
Género — Pop

¿Estamos ante el final artístico de Katy Perry? La exitosa clausura de la era de “Teenage Dream” arrastró consigo una crisis de identidad que la estrella pop ha reflejado en cada lanzamiento posterior. ¿Es capaz de unificar y construir un álbum con sentido o vivirá eternamente de esa supuesta capacidad de generar singles de éxito? Con “Prism” vendió, ya que no lo logró de ninguna forma, el cierre de todo ese imaginario pin-up, que consolidó su carrera, y su único interés por generar música destinada a arrasar en las listas. Sin embargo, el resultado fue un disco vacío donde un par de temas de carácter continuista le salvaron del fracaso más absoluto. Hasta el propio Dr. Luke confirmó que había sido un proyecto fallido respaldándose en el éxito del resto de su trayectoria. Pero, ¿qué pasa cuando regresas con un disco como “Witness” y de nuevo lo único que vendes es humo?

No podemos echar la culpa del fracaso a la desaparición del tándem Dr. Luke y Max Martin en la producción de los temas. Ya que por un lado Martin sigue siendo el pilar de la producción de este nuevo álbum y Dr Luke no ha generado grandes éxitos en estos últimos años (más bien lo contrario, no ha parado de acumular polémicas desde el caso Ke$ha). El error está en la creación de un disco sin identidad propia, donde apenas vemos a Katy Perry, en el que el intento de engrandecer el pop de la estrella con electrónica y giros RnB se ha convertido en un cúmulo de decisiones completamente erróneas. Y al que hay que añadir la realización de un enorme espectáculo sensacionalista a nivel promocional. Dramas, afirmación de poseer problemas mentales, polémicas con ciertos colectivos y a la vez intentar ser una abanderada de “lo diferente”. Nos encontramos con una vuelta de tuerca vacía, aburrida y muy lejos de la Katy Perry que acumulaba éxitos.

Pocas son las decisiones interesantes en “Witness” y ni una sola de ellas es un movimiento completamente redondo. La primera de ellas, y más atractiva, es la unión de Perry a Purity Ring para firmar los dos mejores temas del proyecto. Por un lado, ese “Mind Maze” que aporta un interesante tratamiento de la voz de la artista, aunque pueda llegar a cansar. Y por el otro, una preciosa “Miss You More” que nos deja ver a una Katy vulnerable y personal. Donde el piano y la perfecta producción electrónica saca la mejor cara de la estrella. Al margen de estas, gracias al talento de la reciente figura británica Jack Garrat, en “Power” vemos otro de los temas a destacar de “Witness”. También podríamos considerar la apuesta disco de “Chained To The Rhythm” como una presentación acertada. Aunque, su intento de crítica social se frenara en seco al continuar la promoción del álbum. Y, finalmente, es inevitable destacar el trabajo de Hot Chip en “Into Me You See”, la elegante balada que cierra el álbum. Eso sí, no comprendemos cómo queriendo dar un giro al pop habitual y buscando potenciar la electrónica. Cuentas con Hot Chip únicamente para la producción de un tema de esta categoría. Si le llega a entregar el álbum al completo a la banda, otro gallo cantaría.

Esto es todo lo que podemos hablar de “Witness”. El resto son 10 temas que podríamos calificar de relleno, no aportan nada a la carrera de Perry y respiran falsedad (un falso feminismo, una falsa rebeldía…). La forzada incorporación de Nicki Minaj en “Swish Swish” (tema que incluye un sampler del “I Get Deep” de Roland Clark) para generar conversación, la incoherencia lírica en temas como “Déjà Vu”, o la fallida “Bon Appétit” donde desaparece la fórmula pop de la que Martin se siente tan orgulloso. Entendemos las ganas de Katy de desarrollarse artísticamente y demostrar al mundo que su música no es solo un conjunto de temas pop que se funden con el calor del verano. Pero, quizás ya ha tenido demasiadas oportunidades para hacerlo. Dos discos fallidos, y seguidos, en la carrera de una estrella comercial determinan una tremenda crisis creativa de la que le va a costar salir. En resumen, y como hablábamos antes, con “Witness” nos vuelve a intentar vender ese ansiado cambio de personalidad que la estrella siente tan necesario y nosotros, sin embargo, lo vemos tan cuestionable como el sentido de este nuevo disco en conjunto.

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