Fearless Movement
DiscosKamasi Washington

Fearless Movement

8 / 10
Toni Castarnado — 08-05-2024
Empresa — Young Turks
Género — Jazz

Alrededor de la figura de Kamasi Washington se podrían generar muchos debates, sobre todo si entramos a compararlo con referentes del pasado. Ya saben, definir si suena más al John Coltrane más espiritual o al Pharoah Sanders más cósmico. Si nos centramos en el presente, no cabe duda que él es el padre de esa nueva generación de músicos de jazz, tan inquietos y sumamente revolucionarios, que han renovado el género. Con las ricas escenas de Los Angeles y Londres como foto principal, pero aplicable ahora mismo a cualquier punto del globo terráqueo. Nos encontramos con propuestas interesantes en cualquier esquina. Basta con echar vistazo, por poner un ejemplo, al catálogo del sello International Anthem para trazar ese mapa sonoro. Con la ventaja, eso sí, de que en la escena actual de jazz contemporáneo no existen barreras. No en vano el jazz ha presumido de ser un género abierto y con mil ramificaciones. Con coherencia y una mente abierta, todo tiene cabida. Y ahí Kamasi Washington es el rey.

Una de las primeras muestras de lo que escondía este “Fearless Movement” fue la presentación en sociedad de “Prologue”, con un videoclip imponente, con dosis de misterio, danza y mucha crítica social. Puro éxtasis creativo. Un ejercicio mayúsculo de su amplia visión artística. Quizás por ello Kamasi ha combinado trabajos densos e inabarcables como “The Epic” (¿el mejor y el más influyente disco de jazz del siglo XXI?”) y ese complemento más sereno que fue Heaven/Earth, con aperitivos caprichosos como la banda sonora de “Becoming”, el documental de Michelle Obama, o esa especie de EP que fueHarmony Of Difference”, en que hablaba del deseo, la humidad, el conocimiento, la perspectiva, la integridad y la verdad (todas ellas títulos de canciones). En “Fearless Movement” ha encontrado un punto justo de mesura, si es que eso es posible con él. Un disco con un sinfín de matices que se extiende durante una hora y veintiséis minutos de música –por debajo de las casi tres horas de los anteriores–, en el que el artista sintetiza su propuesta.

Lógicamente, debemos empezar destacando la abrumadora presencia de invitados en este “Fearless Movement”. Hay muchos y muy buenos, algo que no es tan extraño en el mundo del jazz, en el que existe un sentimiento de comunidad que va asociado a su ADN. Para la ocasión Kamasi ha juntado, entre otros, a Thundercat, Taj y Ras Austin, Patrice Quinn, DJ Battlecat, Brandon Coleman, Terrace Martin, George Clinton, D Smoke, André 3000 o BJ The Chicago Kid como músicos, y a Cameron Graves, Ronald Bruner Jr, Tony Austin y Miles Mosley como productores. Entre todos dejan fluir su creatividad, improvisan y comparten su virtuosismo, sabiendo en todo momento en qué disco están y para quién tocan.

El cuarto disco de Kamasi combina piezas placenteras (“Dream State”, la espacial “Interstellar Peace” o “Lines In The Sand” con ese aire a Blaxplotation que explota al final) con otras bailables, con el hip-hop irrumpiendo como elemento disruptivo. Así el artista puede ir del funk marca de la casa de George Clinton junto al rapero D Smoke en “Get Lit”, una canción eficaz pero también la más previsible del álbum, hasta los trece minutos de “Road To Self (KO)”, en la que Kamasi saca todo su arsenal en una pieza de ritmo frenético, descontrolada e hipnótica, llevando su propuesta hasta el más allá. A modo de curiosidad, apuntaremos que la hija de tres años del propio Kamasi toca el piano en “Asha The First”. 

En resumen, un excelente álbum de uno de los genios indispensables del jazz –o lo que sea que haga– moderno y todo un ícono cultural monumental.

 

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