Cuarto disco de los madrileños Havalina que, a pesar de que su disco lleve por nombre “Junio”, se publica en pleno invierno y muestra unas melodías que se alejan un poco de la felicidad que transmite el mes que abre las puertas al verano. El indie patrio no está muerto y Havalina nos lo demuestran. Tras varios cambios en la formación, tanto su música como sus letras pasan de la rabia a la melancolía en un abrir y cerrar de ojos, conformando un disco bastante bipolar en cuanto a carácter se refiere.
Abren el disco con “A golpe de bisturí” para, a partir de ahí, mantener una línea rockera que no olvida matices pop, sobre todo gracias a la voz de Manuel Cabezalí. Sus textos evolucionan igual que su música, a caballo entre la tranquilidad (“Siewertd”) y el frenetismo (“Nadie como yo”). “Junio” llega a su fin con la tranquila “Septiembre”, una pieza que supone un punto y final con carácter y expresividad similar a como ese mes cierra el verano. Así se despiden Havalina (aunque tras quince minutos de silencio regalan un bonus track un tanto agresivo), dejándonos con buen sabor de boca.
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