Nadie pretendía que fuera un secreto, pero ha sido demasiado fácil acercarse a Julian Plenti sabiendo que se trataba de Paul Banks, vocalista y guitarra de Interpol, por mucho que su pelo haya crecido y no se afeite como de costumbre. Banks necesitaba aire y aquí lo ha tomado, abandonando la oscuridad asfixiante de su banda habitual y convirtiéndola en una melancolía con la que cuesta empatizar. Mientras la frialdad glaciar y marcial de Interpol embravece los ánimos y excita en muchas ocasiones, en “Julian Plenti Is... Skyscraper” Banks se muestra demasiado plano (apenas “Unwind” insta a moverse), nada epidérmico, ni mucho menos visceral. ¿Implica eso que debemos apenas sobrevolar “Julian Plenti Is... Skyscraper”? Quizás no. Escucharlo desvela que lo que aquí hay no ocupará lugar en la próxima obra de los neoyorquinos, que si Banks ha decidido publicarlo por su lado es porque no encajaba en manos de sus compañeros. Eso sí, no está mal descubrir que, para darle forma a estas once piezas sin demasiada alma, ha recurrido a amigos como los músicos de jazz Dmitry Ishenko y Mike Irwin, la improvisadora Jessica Pavone o los más cercanos Mike Stroud (Ratatat), Charles Burst (The Occasion) o su compañero Sam Fogarino. Un cartucho más bien malgastado.
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