Sólido como una roca. Magnético como un imán. Versátil como un todoterreno. Y reconocible, muy reconocible. De personalidad acusada. Así suena el tercer álbum del cuarteto navarro. Igual se decantan por un jangle pop a lo Feelies en “El sol en movimiento”, que le dan a la sonoridad western en “Vendiendo cruces”, despachan golosinas pop azucaradas como “En la madrugada”, se sirven de guitarras fronterizas en “El día que todo empezó”, funden la estoica chulería de The Jesus and Mary Chain con los desarrollos de guitarra de Yo La Tengo en “La Guerra de los Mundos” o se avienen a la práctica del raca raca de ese rock ratonero, electrizante y perverso, que tan bien se les daba a sus paisanos El Columpio Asesino hace unos años, en el tema titular. Entre palmeras es un trabajo sin fisuras, estupendamente secuenciado, sin un solo minuto de la basura. ¿Es pop? ¿Es rock? ¿Es indie? Es simplemente Juárez. Suficiente.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.