Desert Sessions. Vol 11 & 12

Sin marcar una pauta cronológica exacta, Josh Homme intenta cada cierto tiempo desmarcarse de su labor al frente de Queens Of The Stone Age con la recuperación de Desert Sessions, mutante y volátil formación de perfil colaborativo diseñada con el fin de expandir la creciente gama de colores creativos atesorados por la paleta del de Palm Desert. Cimentando el castillo experimental a partir únicamente de su propio ser, Homme ha vuelto ahora al polvoriento Rancho De La Luna a colación del nacimiento de los dos volúmenes más descorsetados de los planteados en su majestuosa saga.

“Desert Sessions Volumes 11 & 12” son dos grabaciones en las que la buena misiva “sin reglas, sin condiciones” se erige como gran pilar formal. Aquí Homme parece querer manchar con su omnipresente pincel todos los lienzos posibles. Por abordar se aborda desde cierta tendencia sinuosa dominada por un exoesqueleto un tanto propio de “Like Clockwork” (“Move Together”) hasta una macedonia de puro americana cocinada codo con codo junto a Jake Shears de Scissor Sisters (“Something You Can’t See”); “Chic Tweetz”, con Töôrnst Hülpft y Matt Berry a bordo del navío, se postula como la “cartooneada” pieza freak marca ZZ Top del trabajo y “Crucifire”, concretada junto a Mike Kerr de Royal Blood, es el corte más rasgado y punzante del mismo. Pese a todo el digerible material incluido, amplio en su esencia, solo se palpan en la propuesta dos puntos de alta cota cualitativa. Uno, el expuesto en “Noses In Roses”, “Forever”, con un juego melódico tan magmático y engorilador como el de “Make It Wit Chu”. Otro, el de “Far East For The Trees”, con Homme a lo William Tyler surcando los mares de asfalto. Cierto es que estas “Desert Sessions” no pasarán a la historia, pero a buen seguro ayudarán a Homme a abrir nuevas miras de cara al futuro. En la versatilidad está ahora el camino.