Tocar la tierra para alcanzar el cielo. Jorja Smith escapa de la vorágine de la industria y de todos esos juicios y expectativas supuestamente no cumplidas que llegaron con “Be Right Back”, su EP de 2021 que lanzó tras el hype que generó su primer álbum. Ahora busca la estabilidad y poder analizar el poder de la vulnerabilidad con distancia. Desarrollarse de una manera más libre y ajena a todos los cuestionamientos sobre cómo encajar o no en la escena actual, sobre cuál era el paso correcto que la mantendría en ese camino a ser una gran estrella global.
Sin embargo, “falling or flying” va hacia otro lugar. Jorja escapó a Walsall, un pueblo industrial cercano a Birmingham, buscando la paz creativa y evitando las presiones londinenses (Will it ever be us goin' back to basics? I'm tired of all the fake shit). Allí pintó un bonito discurso que fluye junto con la lluvia que cada día veía a través de los cristales y que le lanzaba mensajes de que en la vida hay que mojarse hasta las cejas para poder alcanzar lo que nos espera más allá, cuando el sol termine saliendo y nos ilumine. Una narrativa que expone muy bien en esa preciosa “Make sense”, canción sencilla que llega pasada la primera mitad del álbum. Un resumen de lo que supone este segundo disco en la vida de la artista, un disco que ante todo busca desarrollar el gran universo musical de Jorja en el presente, que amarra ese neo-soul con el que la relacionamos para llenarlo de nuevos géneros, matices, vías por explorar.
Dividido, se podría decir así, en dos bloques, en el primero de ellos la artista se une a Edith Nelson y Barbara Boko (DAME DAME*) para jugar sin filtro a pasar de un género a otro reflejando toda su paleta actual, de una forma suave y orgánica. Mantiene su ADN, pero no tiene miedo a estirar su clásico rnb para inundarlo de afrobeats en “Feelings” junto al mítico J Hus, pisar el reggae con “Greatest Gift”, saltar al funky en “Little Things” marcándose así uno de los singles del álbum que sigue siendo uno de los temas más potentes de esta era; o incluso hacer un guiño a ese pop punk que ahora está en boca de todos sin salir de su esencia en “GO GO GO”. Tras todo esto, Jorja empieza a vivir un viaje mucho más denso, frágil, pausado y descorazonador que en muchas ocasiones realiza de la mano de P2J (Dave, Stormzy, Wizkid). El álbum baja revoluciones, echa el freno entregándose al downtempo para que la voz de Jorja se mueva de la mano de crudos riffs de guitarra, cuerdas, melodías que la van empujando para que encuentre esa luz de la que hablábamos antes.
Letras de lamento, pérdida, de haber intentado dar lo mejor de ella misma en cada decisión tomada. De exponer sus relaciones personales para conocer más a la artista. Historias de autoconocimiento, aceptación, nostalgia y golpes de realidad, como esa base de “Broken is the man” que avanza fuerte marcando sentencia. Claramente, “falling or flying” es un disco de dualidad en todos los sentidos. Es un proyecto que refleja a una Jorja insegura y poderosa a la vez. Una artista que sabe lo que quiere hacer con su carrera, pero que se siente expuesta, analizada a cada paso, ahogada. Lleno de letras que buscan cerrar el presente para crecer hacia el futuro, pero que necesitan también sentirse protegidas por el pasado. Un álbum que muestra a la Jorja que ya todos conocemos siendo una de las estrellas más importantes de UK y que trata de progresar artísticamente huyendo del pop sin pensar mucho en los charts. Porque, eso sí, pese a tantos caminos y diversidad de emociones hay una cosa que está muy clara en todo esto. “falling or flying” es un album lleno de honestidad y que refleja talento por todos lados.
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