La cama limpia pero desecha que aparece bajo el cedé del cangrejo Jonston nos recuerda que el cantante aprendió bien la función principal del Detergente –su primer grupo, que se ha desdoblado en Cohete y el proyecto que nos ocupa: limpiar (algunos dicen que casi sin frotar)-. Jonston ha limpiado toda arista posible de su repertorio para grabar diez canciones que entran a la primera y que optan por una simplicidad popera muy resultona: empieza con “100 latidos por segundo” donde nos advierte que no le importa estar solo, y tan solo sigue recto, y continúa con “Teléfonoh”, pegadiza (como ciertos detergentes, también) ya desde las dos primeras líneas: “Esto no es una calefacción central/Esto es un teléfono (oh)”. Jonston nos explica historias sencillas con un gancho que no quiere soltarnos (¿no son excesivos, pero a la vez fantásticos los cinco minutos de “El cuentacuentos”?) o que, por el contrario, resulta ser falsamente naïf (la historia de “El fantasma de Alicia”, como muchas otras canciones tiene un reverso punzante). Pero por muy refrescante, limpio y pegadizo que pueda ser este debut la personalidad musical de Jonston –que puede dar mucho de si– aún no se nos acaba de perfilar con suficiente fuerza.
ODIO LA PUTA CANCIÓN DEL TELÉFONO. Cada vez que la ponen en Hoy Empieza Todo las paso putas.