Spencer Gets It Lit

Evolución. Búsqueda. Riesgo. Cosas de las que últimamente oímos mucho hablar y que servidor entiende como lo hacen Jack White o Jon Spencer. Crecer como músico no tiene porqué significar cambiar tu música como si le dieras la vuelta a un calcetín, ni cargarte de sintetizadores – algo que en el mundo del rock desgraciadamente hacen muchos – que no pintan nada en tu música. Otra cosa es que lo hagas con buen gusto y al servicio de la canción. La arqueología interna del artista no tiene por qué llevarle a la traición. Y, en la mayoría de casos, él o ella son conscientes de ellos. Por eso hemos entrado en una absurda vorágine justificar lo injustificable, llegando al final a tratar de idiotas a quien no está de acuerdo con algo. Y no, no hablo de opiniones. Que de esas ya nos han contado que hay tantas como culos. Pero también hay culos feos y culos bonitos. Y música hay buena y mala ¡qué cojones! Jon Spencer no tiene problema con eso. Él está en primera división de los de la buena. A él no hay que perder el tiempo intentando defenderlo con absurdas teorías. Sus discos lo hacen por sí solos.

Le acompañan en esta nueva aventura Sam Coomes, Bob Bert y M.Sord y, aunque de momento no haya anunciado fechas en España, esperamos que pase por nuestro país a presentar este "Spencer Gets It Lit" porque es un disco demasiado bueno como para no verlo reproducido en directo. Inclasificable, sí, pero genial. Y no estoy utilizando el término inclasificable como algo cool, sino porque directamente es así. Esto es rock, es garage, es noise, es blues, es rock industrial y es hasta hip-hop. Ya me perdonarán que lo vuelva a citar pero es un álbum primo hermano de lo último de Jack White, "Fear Of The Dawn". Íbamos avisados con el avance de “Junk Man”, pero el disco ha superado las expectativas. Temas enormes como “The Worst Facts”, “My Hit Parade” o “Worm Town” (también adelantada antes de la publicación del LP) se mueven igual entre The Cramps, los Stooges, Son House, NWA, The Gories o The Flat Duo Jets. Y lo mejor de todo es que funcionan juntos a la perfección. No por habitual deja de ser muy bueno.