Todo aquel que se hizo con “Under Cold Blue Stars” quedó, pondría las manos en el fuego, prendado de las canciones de Rouse, unas historias cotidianas aderezadas con maravillosos teclados Wurlitzer y cuyo recitado ejercía un gran poder de seducción. En mi imaginario, Rouse se situaba entre Elliott Smith y David Gray y yo corría para hacerme con “Chester”, el magnífico Ep que resultó de su amistad con Kurt Wagner de Lambchop. Ahora, el pequeño cantautor regresa con un trabajo un tanto distinto.
“1972” rinde tributo a 1972, el año en que nació Rouse, y todo el disco rezuma un aroma funk y disco que, sorprendentemente, no desencaja del todo con el discurso al que nos tenía acostumbrados. Sin embargo, esta orientación más ´fiestera´ –escuchen su primer single “Love Vibration”- aporta aire fresco a las instantáneas en blanco y negro de su trabajo anterior, que hablaba de las pequeñas miserias de un matrimonio del medio oeste americano en los años cincuenta. Sin renunciar al recurso del hilo argumental, Rouse entrega esta vez un trabajo más retro, pero también más optimista e irónico. Quizás no era lo que se esperaba de él, pero quizás también sea por eso que cada vez me apetece más escucharlo. Ignorarlo sería un error.
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