En el vídeo de "Quizá", la única canción nueva –y un nuevo rompepistas de espíritu cazallero- que incluye el recopilatorio que celebra los diez años en activo de Joe Crepúsculo, aparecen navajas, tableros de ajedrez, carajillos, escorpiones, serpientes, las castañuelas de Phil Spector, un niño con un juguete siniestro, ritmos italo dance, la reivindicación del humo y el alcohol como refugio emocional, los amores malditos… Vamos, todas las obsesiones presentes en la imaginería de Joël Iriarte y que le han convertido en un artista genuino, único en su especie.
De hecho, es una canción que parece fabricada para describir lo que incluye este atípico grandes éxitos. Pese a contar con algunas canciones menos conocidas –algo que le da más encanto-, se trata de la colección de hits en castellano más grande y variopinta del nuevo milenio. Y es que, ojo, aquí puedes escuchar, seguidas si uno quiere, "Ritmo mágico", "Baraja de cuchillos", "Música para adultos", "Leyenda", "El día de las medusas", "Mi fábrica de baile", "La canción de tu vida," la nueva versión de "Todo lo bello es gratis" o "Suena brillante". Todos ellos hitazos que no están cortados por el mismo patrón. Dos ejemplos:" Suena brillante" la podría haber firmado Ariel Pink y "Todo lo bello es gratis", Santa Esmeralda.
Dejando de lado los hits, "10", un disco que podría haber seleccionado otras veinte canciones diferentes y ser tan o más representativo de su obra (así de bueno es el corpus artístico de Crepúsculo), da una segunda oportunidad a temas excelentes como "El cráneo" (muy Leonard Cohen era "I'm Your Man"), el pop ruidista de "Los viejos" (una de sus obras maestras de culto) o "Noche eterna" (Iriarte jugando a ser el Black de "Wonderful Life").
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.