I Love You Jennifer B
DiscosJockstrap

I Love You Jennifer B

8 / 10
Fran González — 24-09-2022
Empresa — Rough Trade/Popstock!
Género — Indie pop

La prueba empírica de que la escena emergente británica es algo más que cuatro bandas haciendo el mismo tipo de post-punk en bucle tiene nombre propio: Jockstrap. Nacidos de la unión entre Georgia Ellery (a quien recordamos por ser miembro de los fantásticos Black Country, New Road) y Taylor Skye, esta dupla oriunda de la big smoke no dejará indiferente a nadie gracias a ese sonido único e inclasificable que se desbanca sin contemplaciones de lo que otros de sus coetáneos estaban ofreciéndonos recientemente. Con la escucha de su debut “I Love You Jennifer B” (Rough Trade Records, 22) será irremediable no sentir una indescriptible bofetada de confusión y fascinación a partes iguales. Salvando las distancias, su irrupción en la escena puede recordarnos al endiablado cataclismo que en su día supuso enfrentarse al alocado imaginario que Superorganism nos proponía en su brillante debut, pues nuevamente tenemos la sensación de estar frente algo innovador y único que no logramos comprender del todo a la primera, y precisamente por eso sus encantos nos atraen con hipnotismo y caemos del todo seducidos ante su disparatada propuesta.

Ellery y Skye se la juegan al todo o nada con una aguerrida mescolanza de referentes e influencias diversas, metidas a piñón en un cancionero casi perfecto y sin precedentes. Un ejercicio arriesgado de maridaje que podría haberles salido rana o haberse quedado en un simple batiburrillo inconexo de sonidos antagónicos, pero que gracias a esa suerte de elegancia y socarronería que ambos artistas manejan, su álbum termina perfectamente siendo el rookie del año. Podríamos ponernos a citar los lugares a los que el universo de Jockstrap nos traslada, y no acabaríamos nunca. Desde sinuosos guiños al mundo de fantasía experimental de Caroline Polachek o Grimes (“Jennifer B”), un lacado y próspero balancín entre lo cinemático y lo neoclásico (“Lancaster Court”), hasta un viaje aséptico y futurista por la envolvente técnica de genios del sinte como el desaparecido Vangelis (“Debra”). Todo ello salpimentado con la fascinante clase de Georgia Ellery, reconvertida en una crooner experimental con habilidades tonales apasionantes, con las que tan pronto reinterpreta estándares de jazz con arreglos orquestales (“Greatest Hits”) como entra a degüello con tralla glitcheada a lo PC Music (“50/50”). Una auténtica demostración de versatilidad al micrófono, así como una nula ayuda para quien deba enfrentarse a la compleja tarea de ponerle una etiqueta a su proyecto (de hecho, precisamente, de eso se trata).

Con todo, dentro de ese desordenado mar de creatividad y caos se encuentra, en efecto, la raíz que da cuerpo a esas delicadas baladas en las que sus artífices se ven capacitados para hablarnos de lo paralizante que puede llegar a ser el miedo y la ansiedad tras un ataque de pánico (“Angst”), de esa necesidad acuciante por el apego físico que en ocasiones nos provoca disociar y dejar de ser nosotros mismos (“What’s It All About?”), o nos invita a arrancarnos de una vez por todas a apostar por nuestra propia valía a través de un jubiloso country-folk de lo más radiante (“Glasgow”). Queda patente pues, que a pesar de la laberíntica travesía que se esboza en esta inquieta y en ocasiones incoherente colección de diez canciones, Jockstrap mantiene siempre un perfil generacional presente en su relato, donde los géneros quedan oficialmente desdibujados y por encima de ello prima el interés de hacer un trabajo cuidado y definitorio de lo que el momento actual les suscita.

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