CollectiV
DiscosJim Jones And The Righteous Mind

CollectiV

7 / 10
Kepa Arbizu — 27-03-2019
Empresa — MaSonic Records
Género — Rock

Pocos músicos en los últimos años han demostrado haber interiorizado mejor, y de manera más eficaz, la faceta incendiaria del rock and roll que Jim Jones. Desde su participación en los arrebatados Thee Hypnotics hasta su proyecto actual, con el que ahora publica su segundo disco largo, las apariciones del británico siempre han estado marcadas por ese diabólico y desbocado latido rítmico. El mismo que gobierna este nuevo trabajo pero al que somete esta vez, ensanchando los indicios que ya había apuntado en su debut “Super Natural”, a una ampliación de influencias, referencias, y, lo más importante, ambientaciones. Dilatación de un paisaje que no trastoca sustancialmente su identidad pero que proporciona al resultado global una evidente textura más profunda y oscura.

Dicha amalgama de sonoridades será una de las facetas a la que haga referencia el título escogido para el álbum, “CollectiV”, una mención a la disparidad de elementos musicales utilizados extensible también a la sustanciosa lista de colaboradores que han tomado parte en la grabación. Nómina en la que tendrán cabida desde nombres provenientes de otros campos, como la cantante de soul Sister Cookie o la intérprete de ópera Vesna Petresin, a viejos reencuentros -superando las dos décadas de alejamiento- con los miembros originales de los citados Thee Hypnotics (Ray “Sonic” Hanson y Phil Smith). Piezas todas ellas que nos remiten a un contexto determinado por esa diversidad de figuras y maneras al igual que por el reto de saber encajar y exprimir todo su potencial.

Resulta una elección acertada comenzar un disco que alberga esas aspiraciones de ampliar el entorno de la banda con un tema, ”Sex Robot”, que a grandes rasgos responde a sus constantes identificativas, plasmadas en este caso en un chulesco y desgarrado rock and roll “stoniano” (referencia completada por la anecdótica utilización de la guitarra que usara en los sesenta Keith Richards) al que se le añadirá un salvajismo ligado a los Stooges para coronar la sucia pero tajante “Attack of the Killer Brainz”. Todavía incluso más representativo nos puede resultar ese desbocado sonido de piano que responde a las premisas de Little Richard en la elaboración de otra fuerza de la naturaleza como es “Out Align”. Huracanado espíritu del que anda sobrado también “Satan's Got His Heart Set On You”, apabullante hipotética reunión entre Howlin’ Wolf, Tom Waits y Screamin’ Jay Hawkins. Una virulencia a la que todavía le quedará por explotar su cara más electrificada y alocada en la brutal adaptación del “ I Found a Love” de Wilson Pickett.

Si hasta este momento todo el contenido expuesto encaja con mayor o menor flexibilidad en los cánones asociados a la carrera del británico, el disco contiene una parte sustancial en la que se ejerce ese salto hacia la creación de unos aromas musicales mucho más sutiles, que no necesariamente menos intensos, y que suponen ese aporte novedoso en el enfoque definitivo del trabajo. Si el blues susurrante de “Going There Anyway” ya resulta un cambio de paso evidente, pero quizás no radical, sí lo será en mayor medida el sutil pero malsano ruidismo que desarrolla “O Genie”, la misteriosamente naif “Meth Church”, interpretada con la cavernosidad de un Leonard Cohen, o “Dark Secrets”, tan cerca de la nana como de la pesadilla. Representaciones que se suman a ese engranaje colérico habitual en Jim Jones y que no solo no lo destiñen sino que diversifican su manifestación, añadiendo los matices justos hasta completar un enigmático, enérgico y distintivo recorrido.

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