Curioso que Jesse Malin anuncie el esperado retorno de D-Generation (nunca ocultó que pudiera ocurrir) y al mismo tiempo publique nuevo trabajo en solitario. Es la prueba de que puede alternar ambos proyectos, algo que no sorprende de un músico tan inquieto.
En solitario, su carrera nunca acaba de consolidarse, y no será porque no tenga discos de calidad. Quizás estar en tierra de nadie le haya perjudicado: no es un cantautor al uso y tampoco tiene la dosis de energía de D-Generation. Lo bueno del caso es que parece no preocuparle más de lo debido y lanza discos sin darle explicaciones a nadie. Ni tan siquiera trató de sacarle más jugo del deseado a su colaboración con Bruce Springsteen. Digamos que se comporta como su camarada Ryan Adams.
En el caso de “New York Before The War”, poco que añadir a lo ya conocido. Temas para todos los gustos, desde pildorazos punk a medios tiempos rockeros o guiños inevitables a su faceta de cantautor.
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