Jenny Hval dijo que iba a hacer un álbum entero sobre la regla y lo ha hecho. La principal (y única) exponente del “Soft Dick Rock” mundial, siempre tonteando con la delgada línea entre la música performativa y los directos convencionales; ha vuelto a Sacred Bones con diez temas bajo el nombre de "Blood Bitch". Después de esa maravilla llamada "Apocalypse Girl" (Sacred Bones, 2015), en la que Jenny Hval se convertía en la Celeste Barber de la música, Hval parece haber reencauzado su nuevo álbum en una línea menos sarcástica, remitiendo con "Blood Bitch" al sonido de los tiempos de "Meshes of Voice" (Sacred Bones, 2014): más atmosferas, más ruiditos y más oscuridad.
Whats this album about, Jenny?, le pregunta una voz a Hval en The Great Undressing. Its about a vampire, contesta Jenny, y ambas voces se ríen. El sarcasmo y la acidez propia de la noruega viste n la regla de mil formas, con su habitual sonido colindante con el dream pop, la electrónica minimalista y el spoken word. Ella misma ha dicho que "Blood Bitch" no es otra cosa que “una investigación sobre la sangre. Este álbum va de la más pura, poderosa, misteriosa y terrorífica de las sangres: la menstruación. La cadena de papel de váter rojiblanco que une a las vírgenes, las putas, las madres, las brujas, las soñadoras y las amantes”. Lo que viene después es un statement sonoro de diez temas.
"Blood Bitch" podría perfectamente ser un manual de liturgia menstrual. Las atmósferas de "Ritual Awakening", "Female Vampire", "Conceptual romance" o "Lorna" dan fe de ello. Temas más conceptuales como "In the Red", donde el ritmo lo marca una incesante respiración de angustia; se entremezclan con cortes con una rítmica electrónica más marcada, como "Period Piece", "The Plague" o "Secret Touch". No faltan los temas de puro spoken Word como "Untamed Regio", en el que la voz de Jenny Hval se entremezcla con diversas grabaciones en un batiburrillo de citas, declaraciones y conversaciones.
En definitiva, Jenny Hval sigue siendo Jenny Hval. La noruega ha hecho un álbum de hechicería subversiva y "Blood Bitch" es un digno sucesor de la estela del "Soft Dick Rock". Si bien es cierto que "Apocalypse Girl" es muy difícil de eclipsar, este nuevo álbum remueve las entrañas del tabú social en torno a la menstruación y la presenta como lo que es: el día a día de cualquier mujer corriente y moliente. Si a eso le añades el particular estilo y sonido de Jenny Hval; el resultado es un nuevo y esperado álbum de una de las voces femeninas más ácidas del panorama musical actual.
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