Ya se sabe del ansia de negocio cuando un artista muere. La búsqueda arqueológica para ver de dónde se puede sacar un dólar más llega a veces a lo estrambótico y, por qué no decirlo, injustificado. Afortunadamente no es el caso del último (sic) disco de Jeff Buckley. Porque su contenido es, esta vez sí, más que interesante.
Se trata de diez canciones grabadas en febrero de 1993 en los estudios Shelter Island. Ocho versiones, entre las que se encuentran espléndidas revisiones de Bob Dylan, Louis Jordan, Led Zeppelin o Sly & The Family Stone, y dos temas propios: una primera grabación en estudio de la archifamosa “Grace” y “Dream Of You And I”, una delicia que muestra lo que era Buckley con toda su grandeza y sensibilidad. Por tanto podemos considerar, sin que sirva de precedente, este lanzamiento justificado de principio a fin.
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